Semefo de Acapulco abarrotado de cadáveres; hay almacenados desde 2011

Acapulco, Guerrero.- Existen más de 300 cadáveres almacenados en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Acapulco; al menos 80% fueron víctimas de la violencia.

Personal de la morgue denunció que hay cuerpos almacenados desde 2011 en las cámaras frigoríficas. En todo el estado suman casi 751 cadáveres sin identificar, almacenados en los sistemas de refrigeración cuya capacidad es para 270 cuerpos.

La Fiscalía General del estado informó que a todos los cuerpos de les harán los estudios de ADN para luego sepultarlos en la fosa común del Semefo en Chilpancingo, pero colectivos de búsqueda, como la Asociación de Familias de Desaparecidos de Acapulco, y familiares de víctimas ausentes afirman que el gobierno estatal les dijo que no hay presupuesto para identificar a los cadáveres acumulados, por lo que ellos buscan contratar a peritos independientes, para lo que requieren 20 millones de pesos.

La Fiscalía y el Semefo recalcaron que es "indispensable" la despresurización de los sistemas de refrigeración donde actualmente se almacenan los cuerpos y así evitar un colapso inminente de los servicios periciales.

Apenas el 22 de abril, 31 cadáveres que no fueron reclamados en el Semefo por sus familiares en Acapulco, fueron enviados al Panteón Estatal Forense, ubicado en Chilpancingo para su identificación y conservación. Se indicó que los cadáveres permanecieron en el Semefo desde 106 y 2017 provenientes de Acapulco, Coyuca de Benítez y San Marcos que abarca la Fiscalía regional, así como algunos de Costa Grande y Costa Chica.

El 22 de marzo, la Fiscalía General del estado y la Secretaría de Salud estatal informaron en un comunicado que se habían contabilizado 60 cuerpos inhumados en Acapulco, además de 67 de la región Centro y 52 de la Zona Norte que sumaban ya 1979.

Se informó que ambas dependencias continuaban en el proceso de preservación, así como el traslado y resguardo de cadáveres en el Servicio Médico Forense de Acapulco, Iguala y Chilpancingo.

Por otro lado, trabajadores señalaron que en el edificio se percibe un olor nauseabundo que pone en riesgo su salud.