La señora Rebeca Corral denunció ante la Fiscalía General del Estado un caso más de maltrato animal, esta vez en la zona residencial de Altozano, en la zona de Cumbres 8.
Indicó que su gato, de nombre Mickel, fue envenenado el pasado 29 de diciembre y aunque recibió atención médica, no sobrevivió, por lo que su familia pasó las fiestas de fin de año con la tristeza de haber perdido a su mascota.
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Y es que todo apunta a que hay uno o varios vecinos que dejan comida con veneno debajo de los autos y en las áreas verdes, además de que se han dado "amenazas" contra los animales.
Señaló que no es el primer caso que se presenta, pues otros felinos han perecido en circunstancias parecidas en Valle 6, Valle 7, Cumbres 7 y Club Altozano, por lo que decidió actuar legalmente para que esto no se siga repitiendo.
Dijo que además del dolor que se causa a los dueños, hay que ser empaticos con el daño que sufren los animales y además, con el riesgo que supone para los niños en que haya veneno en el ambiente.
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"Yo soy madre, sé cómo se ama a los hijos y pues una también ama a sus mascotas. No es justo, aparte de los gatos están atentando contra los niños. Ya basta de la crueldad animal contra seres indefensos que aunque no hablan sí sienten", expresó.
Destacó que se supone que vive en un "eco residencial" y por lo tanto debería haber tolerancia hacia las mascotas de todas las personas, pero además es peligroso que haya gente que mate de esta manera sin consecuencias de por medio.
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"Me advirtieron y después de un año se cumplió. Es difícil controlar a un gato, se me escapó y bajé la guardia", lamentó tras reiterar que había amenazas para que Mickel no estuviera en la calle.
Finalmente, confió en que la FGE investigue y dé con el o los responsables de esta clase de actos, para que haya un precedente que haga que quien quiera atentar contra la vida de un animalito, lo piense dos veces.