Tras la masacre, aseguran un pochimovil de una de las víctimas

Cabe recordar que la noche del 15 de septiembre fueron asesinadas 5 personas dentro del bar ‘Doña Rosa’ enclavado en la comunidad de Luis Gil Pérez

Raquel May Olán

  · lunes 16 de septiembre de 2019

Este lunes el bar ‘Doña Rosa’ enclavado en la comunidad de Luis Gil Pérez a 16 kilómetros de la cabecera municipal de Centro amaneció clausurado. Foto: Javier Chávez

Con sellos de clausura y cinta amarilla de precaución, amaneció este lunes el bar ‘Doña Rosa’ enclavado en la comunidad de Luis Gil Pérez a 16 kilómetros de la cabecera municipal de Centro, luego de que la noche del pasado domingo 15 de septiembre perdieron la vida cinco sujetos que se encontraban interior, a manos de un grupo armado que descargó una ráfaga de plomo contra ellos.

De acuerdo a testigos oculares, se trataba de cuatro sujetos provenientes de la ranchería Buenavista -localizada a 10 minutos de Luis Gil Pérez- más el chofer de un pochimovil que los traslado al lugar y se encontraba en la mesa esperándolos para regresarlos a su lugar de origen.

Tras el arribo de este medio de comunicación a la zona de los hechos, se encontró al propietario del pochimovil, un modelo antiguo de carreta, que intentaba liberar su unidad, la cual se observó estacionada en un área verde paralela a la entrada principal de bar.

Aunque prefirió mantenerse en el anonimato por temor, pero si se identificó con este matutino, el propietario indicó que su chofer le comunico de un viaje de última hora que haría desde Buenavista hasta Luis Gil Pérez, el cual incluida traslado de ida y vuelta.

Pues me dijo que iba a hacer ese viaje y le dije que estaba bien, me comentó que estaría de regreso a eso de las 8 de la noche pero no llegó, y como a las 11 me avisaron lo que había pasado

Confirmó a este periódico que los sujetos trasladados eran cuatro, sin embargo, el chofer se encontraba en la mesa junto con ellos esperando el retorno, por lo que fueron reportados cinco muertos.

Una unidad de pochimovil también se mantiene asegurada, tras revelarse que uno de los ejecutados había sido contratado por las víctimas para sus traslados.

“Ahí estaba en la mesa con ellos me dicen, estaba esperándolos a que se regresaran, y pues le tocó, así es esto, yo a como le digo me vine a entrar ya después pero no pude venir ayer por mi unidad, hasta hoy voy a ver como la puedo sacar porque a como tiene los sellos no sé si pueda o no”, aseveró.

Cabe mencionar que el equipo informativo de El Heraldo de Tabasco buscó el acercamiento con el delegado municipal de la Villa Luis Gil Pérez, Pedro Arcos Hernández, sin embargo, fue imposible localizarlo.