Huimanguillo.- La información daba cuenta de un enfrentamiento entre criminales organizados con el Ejército Mexicano; que el grupo armado había cerrado la carretera federal Cárdenas-Coatzacoalcos en su vía libre, con unidades de carga y las estaban incendiando; que buscaban que el apoyo, los refuerzos a los soldados se prolongara; que el enfrentamiento era intenso; que el crimen organizado daba así muestra de su llegada; de su presencia.
La gente, aprovechaba para el saqueo en las unidades que se quemaban. Los federales iban en camino, los municipales en apoyo. El reporte hecho llegar a oficinas centrales alertaba a todo cuerpo policial. En sí, había orden de la superioridad de apoyar, pero con cautela.
Finalmente, al correr los minutos, se sabría lo que realmente estaba pasando. La situación era que ardían dos unidades, una cargada con refrescos y otra con hidrocarburo robado.
De los responsables nada se sabía, lo único, es que habían determinado, sin saberse las causas, someter a choferes a punta de pistola y ordenarles, en el caso del tráiler, atravesarse sobre la carretera y al conductor de una camioneta, aparcar.
Oficialmente, no se registraron personas lesionadas o víctimas que lamentar, lo que sí, fue el saqueo que perpetraron los lugareños de donde ocurrió el incendio del tráiler; unidad que abrieron y robaron la carga que era refrescos.
En datos, se dice que todo comenzó a eso de las 15:00 horas sobre la carretera de vía Coatzacoalcos-Cárdenas, inicialmente a la altura del kilómetro 90, en la ranchería Benito Juárez.
Se supo que un trailero fue ordenado parar y que atravesara el camión. Los hombres armados procedieron a incendiarlo y de ahí, emprendieran la retirada.
Los vecinos, aprovecharon para abrir la caja de la unidad y con ello, el que extrajeran las cajas de bebidas refrescantes; la Policía Federal y del municipio, poco pudieron hacer por evitar los hechos delictivos.