La captura de Trinidad Alberto de la Cruz Miranda conocido mejor como “El Pelón de Playas del Rosario”, ha generado un caos interno entre sus lugartenientes. Las operaciones delictivas, en los que se cuentan ejecuciones, levantones, cuotas por cobro de derecho de piso, y robos con violencia, atentados, entre otros, se mantienen paralizados, luego de ordenarse la concentración de todo su “personal”, para ir en busca de buscar su salida a como de lugar.
Desde el aparente arresto accidental, pues se dice, operaba junto con su grupo en el desmantelamiento de un camión de abarrotes, allá en la comunidad La Agraria, perteneciente al municipio de Jalapa, las movilizaciones en esa zona se mantienen y como instrucción inicial, se ordenó la quema de autos en la ciudad y de la instalación de lonas con mensajes en donde acusan a autoridades policiacas de no haber respetado “convenios” de paz.
Desde hace tres años, de acuerdo a datos, Trinidad Alberto de la Cruz Miranda, había logrado mantener su identidad oculta. A lo largo de este tiempo, se desconocía quien era el hombre que llegó para posesionarse de toda la ciudad de Villahermosa y alrededores en el tráfico de drogas, de combustible, de ilegales, extorsionar, secuestrar y asesinar a quienes no quisieron unirse a su grupo delictivo que poco a poco cobró fuerza.
Los distribuidores de drogas locales, tuvieron que unirse; desde el llamado Nacho en la colonia Tamulté, hasta la zona industrial allá en Indeco con el llamado “Líder”. Inicialmente competía con un tipo apodado “El Chiapas” dividiendo territorio en la zona de Parrilla hacia Los fraccionamientos Bicentenario, 27 de Febrero, Villa El Cielo, Playas del Rosario. Acabó posesionándose en los municipios de Teapa, Macuspana y Jalapa.
Al otro lado de la ciudad, como la colonia Miguel Hidalgo, se tuvo que aliar un sujeto apodado “El Gato”, pero además se extendió hacia Macultepec; todos los fraccionamientos al paso, los operadores locales, comenzaron a ser parte del grupo de “El Pelón de Playas”, quienes no quisieron aliarse fueron muriendo, por medio de las ejecuciones, entre estos, los llamados “Chapulines”.
En Bosques de saloya, opera uno de sus incondicionales, según se dice, esto tras la ejecución del llamado “Chelo Selva”, perpetrada en Quintana Roo a donde fue a vacacionar, esto, a principios de año.
Coincidentemente, solo el municipio de Centro, cerró el año con 232 crímenes violentos. Ejecuciones en donde en muchos de los casos, fueron atribuidos y se atribuyó el llamado “Pelón de Playas”; el más reciente, el registrado el pasado 9 de diciembre en donde una joven fue “levantada” junto con dos familiares más, y solo retornaron sus familiares. Ella fue torturada y luego ejecutada de un balazo en la cabeza.
También en las cuestiones del tráfico de hidrocarburo, el ahora detenido, fue relacionado con una estela de muerte hacia comunidades ubicadas sobre la carretera Villahermosa-La Isla, entre estas la de una familia; una identificadas por el mote de El Buitre, a quien ejecutaron junto con su esposa e hija. Los demás operadores del trasiego ilegal del hidrocarburo, de sobrenombres, El Zanate, La Pava, Lito, entre otros, tuvieron que alinearse.
En informes, trasciende además de actividades de mero acto de “justicia” que acusan pobladores del mero pueblo Playas del Rosario de donde él es originario. Se habla ha intervenido en pleitos familiares, castigando a maridos violentos; de ordenar el retiro de delincuentes y ladrones y hasta de familias conflictivas, como fue el caso de una dedicada a la venta de pollos aliñados, a quienes no solo mando golpear, sino que hizo abandonaran el fraccionamiento, para luego, quemarles la vivienda.
De las ejecuciones en Tabasco, específicamente en Villahermosa, siempre ha figurado, pero la autoridad responsable de investigar, sigue investigando.
Hacia el municipio de Cárdenas o en sí, toda la Chontalpa, al parecer, todavía no se había posesionado, pues otro grupo mantiene el control. Tras su caída, naturalmente vendrán los reacomodos y posibles ejecuciones.