Paola Priego, madre que pediera a sus hijo y acusara de homicidio y violencia obstétrica a la ginecóloga que la atendió, Teresita “N”, confirmó que el médico seguirá el proceso en libertad.

“Llevará el proceso en libertad para que el caso siga, por homicidio culposo y lesiones, ha sido bastante pesado para ambas partes, bastante desgastante para la sociedad en general, ambas familias”, precisó.

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Dijo que la juez, impuso medidas cautelares, en la audiencia de vinculación, además de confirmar que el caso sigue.

De qué se le acusa a la doctora Teresita de Jesús ’N’

Paola Priego denunció desde el pasado mes de febrero del 2024 a la doctora Teresita de Jesús ’N’ por negligencia médica en la clínica FeMédica en la ciudad de Villahermosa.

Fue el 26 de enero que Paola Priego Palomera dio a luz a su bebé, Rafael, quien nació en la clínica privada, pero días después a su trasladado al Hospital General del Zona 46 (HGZ) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue diagnosticado con muerte cerebral.

El calvario de Paola Priego

'Yo me senté al lado de la cama de mi hijo a verlo morir día con día'; así lo expresó Paola Priego, quien denunció a la doctora Teresita de Jesús "N", que a pesar de haber acordado con ella un parto por cesárea, insistió en que su pequeño Rafael, naciera por parto natural, provocándole muerte cerebral que finalmente le arrebató la vida.

Paola Priego platicó en exclusiva para El Heraldo de Tabasco acerca del calvario que vivió luego de que una amiga le recomendara a la doctora en cuestión, lo que transformó su dulce espera en una pesadilla.

Se empecinó en practicar un parto natural

“Hubo una tercera cita con ella, que ahí es donde me manda ella a los preoeratorios, o sea, ella me dice, 'bueno, pues que no puede pasar del 26 al 29, tenemos estos días para hacer el procedimiento, en el cual ¿no has pensado que sea natural?'.

Y hasta me quedo así, '¿cómo que natural? Si usted me dijo que no podía ser natural, que tenía que ser cesárea'. -'No, mira, lo que pasa es que cuando el bebé nace por el conducto correcto, el bebé hace esto y entonces se entera que está naciendo. Pero cuando tú abres y sacas el bebé, pues no se entera que no hace el proceso natural que hace un bebé'. Y dije, 'pero oiga, ¿qué riesgos hay?' - 'No, mira, vamos a intentarlo, si yo veo que algo empieza a pasar, en ese momento te opero'. Y dije, 'bueno, ok, pero doctora, ¿no hay ningún riesgo?. -'No, no te preocupes, yo en ese momento actúo de inmediato'.

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De hecho, en uno de los reportes que ella hace, lo dice, que ella acuerda eso conmigo, que en caso de haber una urgencia me iba a operar. Me hago los preoperatorios, me hago todos los análisis; llego el viernes 26 de enero a las 7 y media de la mañana a la clínica FeMédica que está en la Deportiva. Ella no estaba, no había llegado, luego se fue, ya cuando llegué, llegó al rato ella. Entonces, ya me habían tomado los signos, a mí, pero yo llegué y al bebé nunca hubo monitoreo, no había, no hubo nunca un sondeo de, a ver, aquí está el bebé, tienes tanto de líquido amniótico. Ella me dijo: 'mira, te voy a dar esta pastilla' que sacó de su bolsa, 'cada tres horas te la vas a tomar, esto va a ayudar a que tú hagas empieces a hacer todo el proceso. A las 11 y media o 12, me da la enfermera porque ella se retiró y ahí me dejó y se fue a otro trabajo, a otra consulta, no lo sé, pero ella se fue y ahí me dejó.

Entonces, se va y a las 11 y media me dan el otro medicamento, yo ya empezaba a sentir unos dolores, pero no eran dolores normales, sino empezaba a sentir como mi panza, o sea, se empezaba a hacer una pelota así y empecé a sentir más dolor y más dolor. Me acompañaban mis familiares, mi abuelita, mi tía, digo, 'oigan, estoy sintiendo esto, me da demasiado dolor'. Le hablo a la enfermera, a la 1 y media, 2 de la tarde empiezo, 'por favor, manden a traer a una enfermera, le dije, oigan, siento mucho dolor, por favor, llámenle a la doctora, que venga, que necesito que me opere, esto es demasiado, estoy sintiendo mucho dolor, y en eso habíamos quedado, que si yo no, ahí paraba; no, que ahí viene, que ahorita viene, que ya le hablamos, ya nos contestó, que ahorita viene; 2 y media de la tarde y ya regresa.

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Y me dice: '¿qué pasó?'. -'Doctora, tengo muchísimo dolor, no aguanto'; me hace el tacto de una manera, y entonces yo dije: '¡pero me duele!'; o sea, lo que ella me hacía a mí, me dolía. Y me decía, 'bueno, pues es normal'. Y ya hubo un momento que le dije, '¡ya no me vuelva a meter la mano porque me duele!'. Y me decía: 'Es que mira ya tienes cuatro de dilatación'; -'por eso, ya no, es que yo no voy a aguantar otra hora'. No sé cuánto iba a durar, a que yo llegara a los 10 de dilatación, a lo que ella deseaba que yo llegara. Dije 'ya no quiero'. 'No, es que mira, que mira, si vas a poder'. Le dije, no puedo.

-'No, si vas a poder'. Le dije, 'bueno, ¡no quiero!' Así fueron mis palabras. Y mi mamá estaba aquí y le dijo: 'Doctora, ¿ya escuchó a mi hija? Mi hija no quiere, por favor, opérenla. Ya, necesitamos que pare'.

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Yo empezaba a gritar más, porque entonces iba a haber una tercera pastilla que ella indicó que me iba a dar, yo ya no dejé que me la diera, yo dije, 'ya no me la voy a tomar'. Ya no accedí a tomarme la siguiente pastilla. Cuando vi que le dijo a una enfermera que me pusieran en la vena no sé qué medicamento. Entonces dije: '¿Por qué? Si yo ya no quiero'. O sea, ¿por qué me estás metiendo a mí un medicamento que yo no sé qué es? Nunca me dijo 'mira, es esto, vamos a hacer lo siguiente'. Entonces, yo ya empecé a pegar de gritos y le dije, 'o sea, ¡no puedo y ya no quiero!'

Y me dijo: 'bueno, pues ¿qué pensabas que era ser mamá?' Dije: '¿sufrir?, sufrir no, yo no hice esto, yo no me embaracé, yo no planeé toda mi vida llegar a este momento para estar discutiendo con la doctora entre hacerme sufrir o no hacerme sufrir.