Para la mayoría de quienes vivieron el llamado “viernes negro” ocurrido el 22 de diciembre de 2023 en Tabasco, en el que una ola de violencia generada por grupos delictivos se desbordó en las calles de la ciudad de Villahermosa y de otros municipios, sería difícil creer que relacionados a estos eventos también ocurrió un presunto suceso paranormal.
La historia a la que nos referimos, involucra a un elemento de la Policía Estatal que fue decapitado, un velorio desgarrador y quejidos de ultratumba escuchados por varios testigos.
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El secuestro de dos policías esa noche, fue un tema del que las autoridades eludieron hablar y que dejó muchas preguntas sin responder. Luego de que apareciera un cuerpo decapitado, el hallazgo de una cabeza humana en el municipio de Pichucalco, Chiapas, el 4 de enero del 2024, parecía cerrar el caso.
Días más tarde, autoridades de la Fiscalía General del Estado confirmaron que la cabeza humana encontrada, correspondía a uno de los agentes desaparecidos en la noche del “viernes negro”. Sobre este policía en particular, un testigo cuenta un hecho que, a más de uno, erizó la piel, relato que se hizo público a través de un reconocido programa de radio de contenido sobrenatural.
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“Empezamos a escuchar quejidos”, comenta Sergio 'N', quién ofreció detalles de cómo había sido el velorio del policía decapitado, cuyo cuerpo fue velado antes de que las autoridades localizaran su cabeza.
Prosigue Sergio; “De buenas a primeras se caía todo, empiezan a hacer el reparto del café, empezamos a escuchar quejidos. Un quejido feo, no un grito, un quejido, haz de cuenta como si alguien tuviera dolor que decía ay, ay.
“Nostros decíamos, ay, Dios, ¿qué pasó ahí? Estábamos ahí, le digo a mi amigo: oye, ¿qué pasa?. Me le quedo viendo y me dice no sé, y le pregunté, ¿estás escuchando (eso) igual que yo?. Dice, sí, pero cállate. (Entonces) le digo a ver, perdón, cállate ¿por qué?. O sea, se escucha un quejido, pero no sé de dónde, me dice se escucha aquí en la sala, digo en la sala estaba la caja”.
Sergio detalla que todos los familiares del policía estaban ahí y no podía creer que nadie hiciera caso a ese quejido que se escuchaba desde el ataúd. En su desesperación por saber lo que estaba pasando, menciona que se levantó y se dio cuenta de que el ataúd estaba sellado, contrario a otros velorios en donde tienen levantada la tapa para que los familiares puedan ver al difunto. Cuando el testigo de nuevo escuchó el quejido, se percató de que provenia directamente del féretro.
“Compadre, aquí está este cuate, el amigo está vivo... me responde: no, Sergio, no, cállate. Y le pregunto, pero ¿por qué si se está quejando? No se puede estar quejando, entiende... digo, explica, ¿por qué no puede estar quejándose? Aquí está, o sea, no lo grabo (con el teléfono móvil) porque sería falta de respeto (para el fallecido y su familia), pero aquí está (escuchándose los quejidos).
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El relato continúa. El testigo refiere que el ambiente del velorio era de suma tensión. Debido a los quejidos que inexplicablemente se escuchaban, ya que no provenían de ninguno de los asistentes al velorio del policía. Debido a ello, una mujer de las ahí presentes se desmayó, en tanto que la viuda del finado cayó en shock. “Estuvo feo ese velorio”, añade Sergio 'N'.
En su desesperación por saber lo que estaba pasando, Sergio relata que le expresó a su amigo “soy muy bruto, no puedo creer que no escuchen (los ruidos provenientes del ataúd)”. Me responde... “compadrito, es que está decapitado, no está la cabeza (dentro del ataúd), estamos velando (sólo) el cuerpo”... y yo “espérate”, y reiteró; sí, estamos velando el cuerpo”.
Al día siguiente fue el sepelio. Sergio comenta que “estando a punto de empezar (la inhumación), pues literalmente ya de echarle tierra, porque no fue en un panteón grande, fue un panteón municipal, escuchamos cómo golpeaban (el ataúd). Entonces lo único que hizo el padre fue echar agua bendita. E hizo un rezo ahí medio raro que yo nunca había escuchado, utilizó palabras en latín, por que sí, eso sí, medio entendí algo, y ya (luego) le echamos tierra.
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“Sí, se escuchó horrible” afirma Sergio, añadiendo que días después encontraron la cabeza y que se pudo “enterrar parejo”. Respecto a la muerte del policía y a raíz de lo sucedido en su velorio, surgieron muchas hipótesis de lo que pudo haber ocurrido, y añade; “lo que sí te puedo decir (es que) a mí me tocó escuchar el quejido directamente de la caja. No tengo ni la más remota idea (de lo que lo provocó), pero eso sí, se oyó espeluznante. Esa es la palabra... espeluznante”, finalizó.
El "viernes negro" en Tabasco dejó al menos dos muertos, varias personas desaparecidos y 15 vehículos incendiados en distintos puntos del estado. Algunos días después, el 4 de enero, varios hechos delictivos se dieron en una nueva jornada violenta, los cuales derivaron en la remoción del jefe de la Policía, y cuyas razones hasta el momento no han sido explicadas por las autoridades.