Héroes sin capa, eso fueron este martes 29 de octubre un grupo de cuatro enfermeros que iban pasando segundos después que un abogado fue baleado en el Blvd. Ruiz Cortines, que mantuvieron vivo hasta que llegó la ambulancia de emergencia.
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Sin dudarlo, una pareja de enfermeros, un hombre y una mujer, que iban circulando en un auto blanco, detuvieron su marcha apenas vieron el coche estrellado contra un árbol, en los carriles centrales de la vía entre el Parque Tomás Garrido Canabal y la Plaza La Venta en Tabasco 2000.
A bordo, en el volante, un conductor con al menos cuatro impactos de balas a la altura de su cabeza, mientras otros tres, un hombre y dos mujeres, descendían del vehículo atacado por un motosicario para ponerse a salvo en la banqueta: el copiloto con un balazo en el brazo izquierdo y una de ellas con crisis nerviosa clamaba por ayuda.
Auxilio que llegó de manera inmediata e inesperada por parte de estos profesionales de la salud, a la que se sumo una enfermera más que al ver a sus compañeros detuvo también su automóvil, igual blanco, para bajarse a socorrer.
La fortuna de la víctima fue tal, que un cuarto enfermero que iba pasando en un coche color azul, se detuvo y se sumó a las atenciones que ya estaba recibiendo la víctima.
Los primeros tres que estaban con uniforme, viajaban con su equipo médico que bajaron y en cuestión de segundos se organizaron para tratar de salvarle la vida al conductor herido, de quien se escuchó decir, tenía una hemorragia en el cuello.
Se pusieron sus guantes y mientras una le inmovilizaba el cuello al conductor, los otros dos sacaron gasas, agujas, limpiaron y suturaron las heridas que pudieron para detener la hemorragia; el cuarto enfermero atendían al copiloto en la banqueta. Realizadas las primeras maniobras de auxilio, de sus cosas sacaron un suero que le colocaron de manera intravenosa al conductor para tratar de estabilizarlo.
20 minutos duró al menos la atención que brindaron este grupo de enfermeros a la víctima hasta que llegó la ambulancia de emergencia, tiempo vital que fue la diferencia para encontrarlo con vida y trasladarlo al hospital donde se espera que que su condición mejore.
Digno de reconocer a estos cuatro enfermeros que aunque no era su responsabilidad laboral, se sintieron llamados por su deber moral y profesional de procurar la vida, razón por la que destacamos su acción heroica.
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Cabe resaltar que un agente de tránsito que se encontraba en la zona, se acercó inmediatamente para organizar el tráfico y los profesionales de la salud tuvieran espacio suficiente para trabajar, que se encontraban dando la atención a orilla de los carriles centrales del boulevard.