El 24 de noviembre de 2023 ocurrieron una serie de delitos cometidos por tripulantes de un Tsuru blanco. En apenas unas horas intentaron secuestrar a una joven y asaltaron a una tienda, en donde una empleada del local estuvo a punto de ser violada por los sujetos. Aquí en esta sección, damos pormenores de esta historia y su desenlace.
Inicio de la cadena de fechorías
La cadena de fechorías inició en la ranchería La Ceiba de villa Tamulté de las Sabanas, en la mañana, cuando la unidad apareció. El polarizado de sus vidrios impedía ver quién o quiénes estaban dentro, pero con el paso de las horas el conductor y el copiloto iban a dar de qué hablar. Como si buscaran algo, detuvieron el auto por un momento.
Los habitantes de la comunidad no tenían la menor idea que en ese vehículo estaban dos hombres peligrosos que en pocos instantes tratarían de subir a una adolescente a la unidad. Como todos los días, la muchacha se dirigía a su escuela, la telesecundaria Alberto Hernández García, pero su trayecto fue interrumpido por un hombre que conducía un Tsuru blanco, quien le ofreció llevarla, a lo que la muchacha se negó.
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Tras la breve plática, la estudiante siguió su camino para llegar al plantel educativo, sin embargo, a la altura del panteón sus pasos se detuvieron; de nueva cuenta, el auto aparecía frente a ella, pero ahora, en lugar de ofrecerle un aventón, uno de los tripulantes bajó y con navaja en mano la amenazó, estaba claro que quería subiera al vehículo. En esos momentos, ella hizo algo que tomó por sorpresa al tipo: Se echó a correr, su movimiento fue tan rápido, que su captor no tuvo tiempo de reaccionar.
Informan al 911
Enseguida, informó del intento de levantón que había sufrido, lo que puso en alerta a la delegada de la comunidad, quien reportó al 911 lo sucedido, de igual manera a los lugareños, quienes a partir de ese momento estuvieron al pendiente de cualquier movimiento.
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Por otra parte, los sujetos no contaban con que las cámaras de seguridad los habían captado, y gracias a la grabación se supo que las placas de la unidad eran WTR-56-21 de Tabasco.
Es así que la policía ya tenia un dato más, aparte del color, para rastrear al vehículo, el cual fue visto sobre la carretera a Jolochero, estacionado fuera de una refaccionaria de motos, cerca de una escuela primaria, indicaron los primeros reportes policiacos. Pese a saber dónde se hallaba, las autoridades no lograron ubicar el auto.
Asaltan tienda de abarrotes
Parecía que los uniformados habían perdido el rastro, sin embargo, alrededor de la una de la tarde se recibió el reporte de un asalto a una abarrotera ubicada en la carretera Villahermosa-La Isla a la altura del kilómetro 8.5, en la ranchería Buena Vista primera Sección. Al llegar los policías se entrevistaron con una empleada de la tienda, de nombre Flor de Liz, quien aún con el miedo en su rostro, contó lo que había sucedido.
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De acuerdo con su relato, dos hombres entraron al local y le pidieron todo el dinero de la venta del día. Los tipos la amenazaron que no los denunciara porque tenían ubicada a su familia. No satisfechos con el botín, metieron a la mujer al baño con la intención de ultrajarla, pero al final, sólo se llevaron lo que había en la caja, alrededor de 2 mil 500 pesos y un celular.
Dentro de su declaración, la mujer mencionó que los delincuentes viajaban en un auto blanco, sospechando los agentes que se trataba del mismo vehículo reportado en Tamulté de las Sabanas, lo que corroboraron con un video tomado por una cámara de seguridad de la zona.
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El rastreo del coche llevó a la policía al kilómetro 4.5, cerca del Fraccionamiento Bonampak de la colonia Miguel Hidalgo. En esta demarcación los azules le marcaron el alto al Tsuru blanco, del que descendieron dos sujetos, por sus caras se veía que eran jóvenes de entre 18 y 20 años. Ambos fueron esposados y subidos a la batea de la patrulla para ser entregados a la Fiscalía General del Estado (FGE).