Paraíso, Tabasco.- De no ser por la cantidad de camionetas de la Fiscalía General del Estado (FGE), la calle Prolongación 5 de mayo, que confluye con el libramiento a Dos Bocas de la colonia El Limón, luciría como cualquier otra vía popular en Paraíso. Los peritos, herméticos, entran y salen de la casa en la que a las 6 de la tarde del pasado martes 21 de mayo de 2024, ocurriera el asesinato del niño Emiliano, el cual estremeció a la opinión pública nacional.

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La prensa monta guardia afuera de la casa de la abuela del menor de edad, siguiendo los movimientos de la Policía. De pronto, visiblemente consternada, la madre de Emiliano hace una breve aparición tras la reja de la propiedad. “Se les salió de las manos la delincuencia al estado”, fueron las contundentes palabras de la señora Claudia. En una muy breve entrevista, la mamá del niño dejó en claro que no tiene confianza en las autoridades, pero aún así espera que se le haga justicia a su hijo.

Desde el mediodía de este jueves 23 de mayo, un despliegue de elementos policiales se registra en la zona donde fue atacado Emiliano, y la Fiscalía General del Estado continúa con las investigaciones para esclarecer el crimen. La abuela del niño, la señora Bertha, arribó a la propiedad. Llora la muerte del niño y la señora Claudia sale para recibirla y pedirle que no dé entrevistas a los reporteros. "Justicia, pero que en realidad la hagan", dice la madre mientras cierra la reja. Y remata: "Respeten. No quiero a nadie aquí".

Le cortaron las alas

El hecho ha trascendido todos los ámbitos. Se comenta en todas partes. En las redes y a pie de calle se manejan diversas versiones y especulaciones sobre la muerte del menor de edad. En su cuenta de Facebook, cerca de la una y media de la tarde de hoy, la señora Claudia posteó un agradecimiento a quienes la acompañaron en tan difícil trance y pide no hacer "más morbo" con su tragedia. "Por favor de la manera mas atenta, respeten y sean discretos, no causen mas morbo y dolor sobre la imagen de mi hijo" (sic).

Lo mismo pide a los reporteros a las afueras de su casa, pero aún así algunos medios hacen circular el video de la breve entrevista. "Agradezco a todos los que estuvieron en el ultimo adiós de mi hijo Dante Emiliano, quien lo conoció, sabia que era un niño lleno de vida que no quería irse porque el tenia el anhelo de ser como su hermano un Ingeniero, desafortunadamente ya no lo veré realizarse, las personas que le cortaron las alas, solo le pido a dios justicia divina, como madre de ese gran ser que esta en el cielo, yo los perdono por todo el mal que me ocasionaron" (sic).

El operativo continúa

Por las calles de la localidad circulan algunas patrullas. No se ve por ninguna parte la Guardia Nacional. Es calor es inclemente. La colonia El Limón no tiene especial fama de violenta, pero sí se han dado casos de robos a transeúntes y casa habitación; y también se dice que hay al menos un punto de venta de droga, de acuerdo a sus habitantes. En la esquina hay un bar llamado El Mocambo. El hecho sigue siendo comentado por los vecinos y el trending #NoMeQuieroMorir prevalece aún, dos días después del fallecimiento del niño.

Ante la prensa también habló Manuel Almeida, de oficio herrero y vecino de Emiliano: “Cuándo sucedió el caso eran las 6 de la tarde, yo cerraba mi establecimiento cuando el niñito pasó y ya lo esperaban unos señores de carro rojo”. El testigo de los hechos señaló que Emiliano "iba a ser secuestrado" pero como "opuso resistencia", le dispararon en tres ocasiones y cayó al suelo, donde gritaba; "No me quiero morir".

“El niñito lo quisieron secuestrar pero no se dejó, entonces fue que le dispararon”, dijo. Don Manuel precisó que al ver al menor de edad desangrándose fue a la casa a avisarle a su abuela, pero poco pudo hacer ya que era una señora de edad avanzada. Esto lo cuenta con voz pausada; "Yo le sostuve la mano", señala.

A modo de consuelo, "sólo le decía que iba a estar bien", tras escuchar el desgarrador llanto que gritaba “No me quiero morir, no me quiero morir” y “No puedo respirar”, cuenta ante los micrófonos. “Mientras sostenía su mano, él gritaba que no se quería morir, pero se murió”, dijo. Y remata: "La ambulancia tardó en llegar 30 minutos"