El 15 de febrero de 2009 un grupo armado llegó hasta la comunidad rural de Monte Largo, Macuspana, para sembrar el terror entre sus habitantes por los hechos sangrientos ocurridos en esa trágica fecha.
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La información que comenzó a fluir después del ataque daba cuenta de doce personas muertas, entre ellas seis menores, dos más resultaron heridas.
Entre los occisos estaba un masculino de nombre Carlos, que se desempeñaba como comandante de la Procuraduría General de Justicia de Tabasco, él junto con su esposa y su hijo fueron acribillados sin piedad.
Posible venganza, el motivo del ataque
Aquel hombre era parte del llamado Grupo Modelo, una fuerza integrada por agentes de alto rango dedicada a investigar casos de secuestro y delincuencia organizada. En los últimos meses habían participado en varias detenciones de sicarios.
Las autoridades consideraron que pudo tratarse de una venganza por la captura de uno de estos delincuentes o la muerte de uno. Los uniformados al llegar a la escena del crimen se toparon con once cadáveres, todos tenían en común que estaban cubiertos de sangre.
Pese a las balas, una persona fue encontrada con vida, sin embargo, durante su traslado a un hospital de Macuspana murió, de manera que el número de occisos creció a doce.
Diez sujetos entraron a tres viviendas
El atentado fue llevado a cabo por diez sujetos (informaron los testigos a la Policía) que llegaron en tres camionetas, a idéntico número de viviendas, abrieron fuego, no tuvieron piedad con ninguno, niño y adulto fueron alcanzados por las balas.
Uno de los sobreviviente, fue el hermano del comandante caído, informaron las autoridades a los medios de comunicación y estos al dar el trágico hecho traían a colocación los números de muertes a causa del crimen organizado un año antes, la fría cifra indicó 5 mil 600, y los decesos en la comunidad del Macuspana se convirtieron en un dato más.