Luego de bromear con su muerte, “El Güiro” se quitó la vida

Muy conocido en la colonia Tamulté, don Carmen Baeza anunció a sus familiares y amigos que había decidido acabar con su existencia, pero nadie lo creyó capaz

Héctor Andrés Trinidad | El Heraldo de Tabasco

  · martes 25 de agosto de 2020

Esta imagen se volvió popular en redes sociales, pues se le ve caminar y platicar con su gallo. Foto: Facebook

Mantenía un extraño diálogo con animales que le obedecían; era un hombre muy conocido y respetado en la populosa Tamulté de las Barrancas o cantinas, para mejor ubicación. El “Güiro”, era realmente un extraordinario padre de familia, pero ayer sus hijos no entendieron el mensaje que les estuvo dando 24 horas antes de la fatal decisión que tomó.

En la parte trasera de su casa, la ubicada sobre la calle Ignacio Comonfort, ahí en el número 132, fue hallado por su hijo, el más chico, -Wilbert-, colgado; el muchacho no dio crédito a lo que estaba viviendo; en la cuartería familiar, sobrevino el escándalo; la alarma… los gritos. Nada se pudo hacer por don Carmen Baeza; habían pasado muchos minutos; había consumado ya su anunciada muerte.

De casi 75 años de edad, “El Güiro”, era todo un personaje en la colonia. Muchos, reconocían el hecho de poder controlar, dominar, o prácticamente, hechizar con sus palabras a animalitos domésticos.

No estaba enfermo; no padecía de nada; era alegre, muy relajista, también, muy hablado, pero se respetaba el cómo era.

El lunes, todo el día, estuvo meditabundo, pero alegre; comentó en repetidas ocasiones que se iba a suicidar, pero sus vecinos, sus familiares, hicieron caso omiso de ello; le dijeron que estaba loco; que dejara de pensar en esas cosas.

Este martes por la mañana, don Carmen, acudió como todos los días al local aledaño a su casa para tomarse un vaso de pozol y comerse unas empanadas que prepara, para venta, Chucho su inquilino. Casa propiedad del recién Chuco Jiménez, quien este año fue víctima del covid y partió.

Y presente su hijo Wilbert, algunos sobrinos y por supuesto el vende empanadas, don Carmen estuvo relajeando; comentó un ligero incidente familiar que no pasó a más, pero…

De acuerdo a la versión de una de sus nietas, él volvió a decir que se iba a suicidar, su hijo lo escuchó y le recriminó tal dicho, y la calma volvió, así como el relajo natural de plática general entre todos.

Los testigos dicen que repentinamente don Carmen volvió a decir que se iba a suicidar; se lo dijo a su hijo, y le dijo que iba a comprar la lía… que regresaba rápido. Y en efecto, retornó con la lía y frente a todos, comenzó a “desamarrarla” y les dijo: “ahorita regreso…”.

Ahí, sin que nadie hiciera más y tomándolo a broma de mal gusto, vieron partir hacia el interior de la cuartería al “Güiro”, y no lo volvieron a ver más con vida, hasta que su hijo, extrañado fue a verle y se encontró con la tremenda escena.

Don Carmen se había ahorcado en el patio trasero de la casa; colgó la lía del tubo que atravesaba un pozo artesiano y ahí se quitó la vida.

Nadie dio crédito a lo que estaban viviendo; nadie creyó en las palabras de ese hombre, de ese anciano bonachón y relajista; nadie creyó que su broma de mal gusto, así, aunque rió, la consumara.

“El Güiro” gustaba de hablar y controlar a animalitos, con cotorros, con borreguitos, con cocodrilos, pero lo más extraño, con un hermoso gallo, que, en sí, todos le seguían a donde él fuera. Ahí, detrás de él. Cosa que admiraban los de la populosa, los que decían que estaba loco, pero también, que era increíble que esos animalitos le hicieran caso y le siguieran a donde fuera.

Una toma fotográfica realizada por el dirigente del movimiento popular tamulteco, Profesor Carlos Roberto Vázquez Hidalgo, inmortalizó finalmente este hecho; dio cuenta en el parque de la colonia Tamulté, de este increíble acto de seguimiento de un gallo con su dueño.

Se desconoce pues lo que llevó al “Güiro” a quitarse la vida; la familia velará sus restos en su domicilio y luego le llevará a sepultar al panteón de la colonia. De sus animalitos, ni uno queda. Ni el gallo, pues a este, a su muerte ocurrida hace un par de meses, le dio “cristiana” sepultura.