Un domingo de junio del año 2015 un sujeto de 29 años cometió un crimen que dejó a la sociedad tabasqueña sorprendida, tanto por el hecho de sangre como los motivos que tuvo el perpetrador.
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La tragedia ocurrió en Huimanguillo, en la ranchería Arena segunda sección. Como resultado un hombre perdió la vida y otro terminó en la cárcel, lo más sorprendente para la opinión pública es que los implicados eran parientes cercanos.
Todo comenzó alrededor de las 11 de la mañana con la llegada del hijo a la casa del padre, el motivo de la presencia del primero era para pedirle prestada la moto, el otro respondió que no podía pues iba a salir y, por lo tanto, la usaría.
¿Por qué comenzó la discusión en la que Elías mató a su padre?
Una respuesta por demás sencilla y con motivos más que entendibles, sin embargo, la contestación enfureció al joven de nombre Elías “N”, entonces comenzó a gritarle, de acuerdo a testigos del altercado.
Don Fidelio, así se llamaba, el que instantes después sería un cadáver, le lanzó la frase: “Soy tu padre, no me grites”, el tono con que fue dicha la frase elevó más la discusión, su vástago con cada palabra que escuchaba aumentaba su enojo.
La respuesta que dio este fue: “A mí no me importa, yo soy grande y tú no me mandas”, a esta frase siguieron más gritos, cada vez la discusión iba tomando tintes de que pronto pasaría de las palabras altisonantes a las agresiones.
¿Qué pasó dentro de la casa donde Elías y su padre discutieron?
Los dos comenzaron a golpearse, era ya una pelea, los que antes eran padre e hijo ahora se habían convertido en contrincantes, donde uno intentaba someter a otro.
Entre la andanada de puñetazos, Elías sacó un filoso machete y amenazó a su padre: “Te mato”. Pese a tener el arma punzocortante en la mano, el hombre de 56 años no creyó que su descendiente cumpliera con la sentencia.
Los jaloneos entre ambos individuos siguieron, en uno de esos movimientos el enfurecido hombre le asestó un machetazo en la cabeza al dueño del ‘caballo de acero’. El golpe con el filo fue suficiente para que perdiera la vida en forma instantánea.
Al darse cuenta de lo que había hecho, Elías huyó a casa de la suegra, precisamente en el vehículo que fue la causa de la desgracia, sin embargo, los familia dio parte a la Policía. Los uniformados de Villa estación Chontalpa llegaron hasta donde estaba el asesino y lo detuvieron, remitiéndolo a la autoridades correspondientes.