Por venganza asesinaron a una familia de Macuspana en 2019

En 2019, una familia integrada por dos adultos, un bebé y una niña, fueron asesinados; el móvil, una posible venganza, indicaron las autoridades

José Gómez / El Heraldo de Tabasco

  · miércoles 16 de octubre de 2024

Cinta amarilla, usada para delimitar la escena de un crimen, como el asesinato de una familia en Macuspana. Imagen ilustrativa. Foto: Cortesía / Pixabay

El domingo 29 de julio de 2019 esta casa editorial informó sobre el hallazgo de cuatro cuerpos en una comunidad de Macuspana; entre los restos humanos había dos menores de edad: un bebé y una niña de 8 años. Por su parte, las autoridades al realizar las investigaciones no descartaron una posible venganza.

De esta forma, el Ejido Mariano Matamoros se convirtió en una escena del crimen que llevaría a la Fiscalía General del Estado (FGE) a buscar los motivos por los que una familia terminara sus días de forma violenta. De las indagatorias se pasó al boletín, en el que la instancia estatal dio a conocer que el 24 del mes en cuestión fue denunciada la desaparición de cuatro personas.

En aquel informe estaban escritos los nombres de las víctimas, los cuales eran: Jorge “N”, 48 años; María del Carmen “N”, de 45; Jorge Antonio, de 12 meses, e Iris del Carmen, de 8. Del documento se pasó a la nota periodística y a los portales de noticias, entre ellos el de El Heraldo de Tabasco. De esta forma, la sociedad tabasqueña se enteró quiénes eran las personas halladas en un terreno.

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La búsqueda de los menores de edad y los adultos

A la par de la información, las alertas Amber de los menores de edad, con sus fotos publicadas en las redes de la FGE, le agregaban más dramatismo a la situación con la frase que traen las fichas de personas desaparecidas: “se teme que sea objeto de un delito”.

Aparte de los nombres, el texto, incluido en la sección policiaca, consignó lo siguiente: “Estas personas se trasladaban en un vehículo compacto en el interior del rancho de Verónica “N”, el día de su desaparición”.

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A la información se agregaron los detalles que llevaron a la localización de los cuerpos, al respecto, este medio de comunicación indicó: “Para el miércoles 25, la FGE acudió al lugar con una orden de cateo, encontrando y poniendo a disposición el vehículo antes mencionado el cual presentaba varios impactos de bala”.

Patrullas en un operativo. Imagen ilustrativa. Foto: Archivo / El Heraldo de Tabasco

Tras localizar la unidad, los elementos de la Fiscalía regresaron a la propiedad de 400 hectáreas el viernes 27 de julio, llevaban otra orden de cateo para continuar con la búsqueda de los cuerpos.

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Ahora también le acompañaban miembros de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), quienes vigilaban el exterior del rancho. Las autoridades estuvieron por ocho horas en el lugar, encontrando cartuchos percutidos, pero ni un rastro de las personas desaparecidas, lo que cambiaría al día siguiente.

Así, el sábado 28, cuando pasaba del mediodía, habitantes de los ejidos Morelos y Mariano Matamoros, donde se asienta la propiedad, alertaron a La Policía que habían encontrado a una persona sin vida, la cual podría ser una de las reportadas como desaparecidas. Al llegar la FGE y la SSPC corroboraron la información, y minutos antes de las cinco de la tarde localizaron los otros cuerpos.

Fernando Valenzuela, fiscal de Tabasco en 2019. Foto: Archivo / El Heraldo de Tabasco

El informe oficial

Después de los hallazgos, el entonces fiscal general del Estado, Fernando Valenzuela Pernas, dio una rueda de prensa sobre el caso, donde mencionó que los adultos eran tíos de los niños, y las cuatro personas fueron asesinadas en un lugar diferente a donde las encontraron.

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Además, habló del posible móvil del crimen, descartando que los asesinatos se debieran a un pleito por el rancho, ya que Jorge “N” era simplemente el encargado de la propiedad; en cambio, se fortalecía la venganza como línea de investigación.

Finalmente, en una humilde vivienda fueron velados los cuatro cuerpos mientras habitantes de Morelos, de Macuspana, y de todo el estado, exigían a las autoridades que los crímenes no quedaran impunes.