Huimanguillo.- Continúa en la zona de la Chontalpa, la ola de ejecuciones ante la presunta lucha entre bandas, por la posesión y el control de territorio para el robo de hidrocarburo, tráfico y venta, en tanto que las autoridades, ya definitivamente, se han hecho a un lado, al presumir que es una pelea entre dos.
Ayer, habitantes de la comunidad San Fernando descubrieron los cuerpos de tres personas, entre estos, el de una mujer, tirados en apartados de un camino vecinal, mismos que presentaban impactos de bala en la cabeza y evidentes señas de que fueron sometidos a tortura.
Los cuerpos estaban cubiertos del rostro con trapos; se presume que son ilegales centroamericanos, pero esto se investiga; uno, maniatado de las manos. Los vecinos acusaron que las víctimas no son de la zona, como parte del procedimiento policiaco se procedió al aseguramiento y de momento, permanecen los cuerpos en la morgue del municipio donde se aguarda sean identificados en las próximas horas.
El hallazgo se realizó a eso de las 17:30 horas de ayer en un camino vecinal que lleva al Ejido San Fernando, esto cercano a la carretera federal, Cárdenas-Coatzacoalcos.
La mujer sin identificar, presentaba golpes en diversas partes del cuerpo; fue cubierta del rostro con un pedazo de trapo; vestía blusa azul tipo sudadera y debajo otra a colores, pantalón de mezclilla y zapatos tipo tenis negros.
El primer hombre, de aproximadamente 25 años de edad, vestía playera negra, pans rojo con rayas blancas, bóxer color verde y tenis de la marca “súper faro”.
La tercer víctima se presumió era de aproximadamente 35 años, de complexión obesa, mismo que tenía las manos atadas hacia la espalda; vestía dos camisas; la primera una color roja y la otra, una tipo suéter manga larga color gris; bermuda de mezclilla y zapatos tenis.
De acuerdo a las autoridades, los tres, fueron ejecutados en el lugar donde se les encontró; crimen que se dio, según los médicos forenses y de criminalística, un par de horas antes de que se dieran con ellos. Fueron muertos por disparos de arma de fuego en la cabeza; con el llamado “tiro de gracia”, no sin antes ser sometidos a tortura. Las investigaciones se realizan y se aguarda sean identificados y más al presumirse, sean indocumentados.
