Tabasco feminicida. Es la consigna de grupos feministas ante los recientes hechos ocurridos en la entidad el pasado domingo, cuando los cadáveres de tres mujeres, dos de ellas reportadas como desaparecidas, fueron encontrados en los municipios de Huimanguillo, Balancán y Centro; Amairani, Sara Yasmín y Rosita fueron asesinadas con saña, las dos primeras presuntamente por parte de sus expresas; la tercera aún no se determina quién fue el autor del crimen.
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El feminicidio no es un hecho nuevo en la entidad. En siete años,158 mujeres han sido asesinadas por razones de género, y el 88 por ciento de estos crímenes siguen en la impunidad.
Feminicidios o no, por la saña con que han sido cometidos, muchos de los crímenes contra mujeres cimbraron a la sociedad tabasqueña y se mantienen en la memoria colectiva. A continuación recordamos los cinco más atroces.
1. Baña a su mujer en gasolina y le prende fuego
El 8 de septiembre de 2008, Ana Montserrat y Ezequiel protagonizaban una fuerte discusión en su hogar, ubicado en la ranchería Felipe Carrillo Puerto, perteneciente a Frontera, en el municipio de Centla; conforme crecía el tono de la pelea, el sujeto comenzó a golpearla y posteriormente la encerró en el baño de su vivienda. Hecho esto, la roció con gasolina y le prendió fuego. La madre del sujeto, Rufina, atestiguaba los hechos al o lejos, sin embargo no hizo nada por impedir que ocurriera la tragedia.
Rufina no la quería. Aseguraba que su hijo la había conocido cuando se desempeñaba como prostituta, por lo que la prefería muerta que casada con Ezequiel. Fue por ese motivo que lejos de auxiliarla el día de los hechos, fue cómplice del individuo, quien huyó con rumbo desconocido.
Después de cometido el crimen, la suegra y su otro hijo, de nombre Gamaliel, cubrieron con una sábana el cuerpo calcinado de Ana Montserrat, a quien subieron en un automóvil para trasladarla al Hospital Rovirosa, en donde días después, murió a causa de las lesiones.
Fue hasta marzo de 2012 cuando Ezequiel fue detenido en Campeche, gracias a la colaboración de las autoridades de aquella entidad y Tabasco. El individuo confesó los hechos que se le imputaban. Al momento de su detención, las autoridades determinaron que el inculpado tenía otra orden de aprehensión por el delito de lesiones en agravio de una menor.
Ana Montserrat había sido víctima de violencia a manos de su pareja la pareja desde el noviazgo, problema que se agudizó al comenzar a vivir juntos. Producto de esa relación nació Heyder, quien quedó huérfano a los cinco meses de nacido.
2. Manchó sus manos de sangre por una camioneta
El 19 de junio del año 2013 la entidad amaneció con una terrible noticia: una mujer, su bebé de cuatro meses y la empleada doméstica habían sido asesinadas en el fraccionamiento Las Lomas, perteneciente a la ranchería Ixtacomitán, crimen que a siete años de distancia habría sido esclarecido: fue cometido por quien fuera el chofer de la familia.
En el lugar, la escena era dantesca: el cadáver de la madre, Ruth Mariana, estaba tirado en la sala de la casa; en tanto, la bebé, identificada como Mariana, y la empleada doméstica, Anarely, estaban en la recámara.
Ruth tenía un balazo en el abdomen, el cual le causó la muerte; la pequeñita fue asfixiada en su cuna, y la empleada doméstica había sido degollada.
De acuerdo a los hechos, el crimen habría sido cometido el día anterior; Ruth Mariana todavía llevó a su hijo de 8 años a la escuela, mismo que al no estar presente cuando ocurrieron los hechos, salvó la vida. El pequeño tuvo que recibir terapias para superar el trauma generado por la tragedia. El esposo de la señora había subido a plataforma, por eso ellas se encontraban solas.
Un vecino dio cuenta de los hechos al percatarse de que en la puerta de la casa había manchas hemáticas y huellas de violencia. Se manejó como móvil del crimen el robo, aunque por la saña con que fue cometido, no se descartaba una venganza.
La justicia llegaría meses después. En enero de 2020 fue detenido César Manuel “N” como presunto responsable de los hechos, quien había sido chofer por muchos años de la familia, por lo que conocía los movimientos en el hogar de sus víctimas, y sabía que el esposo de Ruth Mariana acababa de subir a una plataforma en Ciudad del Carmen. El móvil del triple crimen fue el robo. Un vigilante atestiguó en su contra, con lo que su responsabilidad quedó sustentada.
3. Ni las niñas escapan de las manos del crimen
El 23 de julio de 2013 en la ranchería Miahuatlán tercera sección, Josefa salió de su casa para ir a trabajar a una zapatería en Jalpa de Méndez, viéndose en la necesidad de dejar solas a sus dos pequeñas hijas: María del Rosario y Diana Paola, de 10 y 14 años de edad, en su domicilio ubicado en la comuna ya mencionada. Acostumbraba a llamarles por teléfono alrededor de las 10 u 11 de la mañana para saber cómo se encontraban. Sin embargo, ese día las menores ya no respondieron.
Las jovencitas fueron sorprendidas por un grupo de desconocidos presuntamente drogados, que arteramente, irrumpieron en su vivienda violándolas y asesinándolas.
Las hermanas fueron encontradas sin vida dentro de su vivienda. Ambos cadáveres presentaban señas de abuso sexual, además de haber sido golpeadas, estranguladas y degolladas.
Casi un mes después del doble crimen, la entonces Procuraduría General de Justicia de Tabasco (PGJE) informó sobre la detención de tres sujetos por su participación en los hechos; todos eran oriundos de la comunidad, uno de ellos familiar de las víctimas.
4. Por no dejarlo ver a su hija, mató a su ex y dos familiares más
Un triple asesinato a sangre fría ocurrió el 31 de octubre de 2018 en la colonia Casa Blanca. Un sujeto de nombre Luis Fernando, llegó a la casa en donde vivía su expareja, quien respondía al nombre de Aracely, con la intención de ver a su hija. La pareja se separó por violencia intrafamiliar, pues él tenía serios problemas con el alcohol y las drogas, y no acabaron en buenos términos, por lo que ella se opuso a que el individuo viera a la menor, acción que lo enfureció; el hombre sacó de entre sus ropas un cuchillo, el cuál le encajó a su víctima en repetidas ocasiones hasta que expiró.
Esta acción provocó que la hermana gemela de la occisa, de nombre Karina del Carmen, al igual que su concuña, Verónica Janeth, llegaran en su auxilio; sin embargo, ambas también murieron acuchilladas por el enloquecido sujeto. Una cuarta mujer resultó malherida.
El asesino intentó escapar, pero los vecinos que dieron cuenta de los hechos lo impidieron; llamaron a los agentes de la Policía Estatal, quienes lograron su detención.
"Sí, yo maté a las gemelas. Tenía problemas con una de ellas que era mi mujer, actualmente estábamos separados", expresó Luis Fernando sin indicios de algún arrepentimiento; se decía que también pretendía asesinar a su hija, y de igual forma, al parecer tenía antecedentes penales, pues apuñaló a otro sujeto en un mercado de Cancún.
Tres años después de ocurrido el crimen, el 5 de noviembre de 2021 la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE) informó que el asesino fue declarado culpable de los tres feminicidios, haciéndose acreedor a una pena de 150 años de prisión y al pago de la reparación del daño y una multa por 2 mil 250 días.
5. Asesinó a una estudiante
En marzo de 2020 en el municipio de Macuspana, un sujeto identificado como Fernando fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión por el presunto delito de feminicidio.
El individuo habría citado a su víctima en el parque Líbano Blandín de Macuspana, donde la pasó a buscar en un vehículo para posteriormente llevarla a la ranchería Virginio Chan donde la golpeó y asesinó para huir.
Autoridades iniciaron las indagatorias con perspectiva de género, quienes tuvieron acceso a mil 309 videos con los que pudieron identificar el momento exacto en el que la joven abordó la unidad y el trayecto que siguió.
Estas pruebas fueron presentadas ante la autoridad judicial, quien dio seguimiento al proceso penal, en el que 19 testigos rindieron su declaratoria y se contaba además con los elementos probatorios suficientes.
Fernando fue condenado a 40 años de prisión, además del pago de 149 mil 912 pesos por concepto de reparación del daño a los familiares de la víctima.