El 29 de mayo de 2017 fueron aseguradas en Nacajuca 12 personas, entre ellas dos menores, quienes durante los interrogatorios realizados por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), declararon que habían comido carne humana como parte de su proceso de iniciación en el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Los jóvenes de 16 y 17 años declararon sin mostrar el más mínimo arrepentimiento la atrocidad.
Las acciones que precedieron a la captura de estas personas iniciaron en la fecha antes señalada con las fuerzas de seguridad, entre ellos miembros del Ejército, Marina y policías, combatiendo en un rancho de Tierra Amarilla, el saldo indicó la mayoría de los capturados eran de Tabasco, incluidos los menores, solo uno de los hampones era de Guatemala. Es decir ninguno de los arrestados era de Jalisco de donde procedía este cártel.
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Siete días antes de la detención, es decir el 22 de mayo, unos sujetos en moto irrumpieron en el negocio denominado Autos Aladín, la balacera que se suscitó dejó cinco muertos; un video reveló que a tres les cortaron la cabeza en el lugar, cuando aún estaba con vida, a otros dos los mataron primero y luego los decapitaron. Después, los criminales dejaron una manta con un mensaje del CJNG.
Ante estos hechos las fuerzas de reacción inmediata siguieron la pista de los delincuentes, así el 26 del mismo mes, la Policía en el Cedro, Nacajuca, era informada que sobre la carretera estatal a 11 kilómetros de la capital del estado, había un desmembrado, al igual que en el caso anterior, los ejecutores dejaron una manta.
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Los peritos de la Fiscalía al arribar al lugar, les llamó la atención que los restos desperdigados sobre la cinta asfáltica tuvieran poca sangre; al realizar los exámenes correspondientes concluyeron que habían sido congelados y que la víctima era un joven de entre 19 y 22 años. Además, llevaba 12 horas muerto.
La declaración
De acuerdo a los medios, los jóvenes confesaron que la carne consumida era la del joven que apareció en el tramo carretero. Durante su declaración los muchachos mencionaron como torturaron, ejecutaron y metieron en un congelador los trozos de brazos y piernas.
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Mientras los victimarios hacían su declaración, la Policía refirió que el cuerpo que tomaron como alimento era el de aquel joven. Las autoridades igualmente señalaron que le faltaban los brazos así como otras partes, las cuales fueron consumidas por los adolescentes.
Por su parte, quien estaba a cargo de la Fiscalía indicó: “En caso de los dos adolescentes, presentaban una doble condición. Por un lado, estaban en la condición de victimarios, que son precisamente por la que se le ha formulado imputación, y por información que se tiene de campo se tiene conocimiento que estaban en la ejecución de ciertos delitos; eran parte de un proceso de iniciación al que ellos estaban sujetos, en los que se cometían actos atroces (comer carne humana)”.