El escándalo de sangre y muerte estalló en las redes el 21 de julio de 2017, cuando un video tomado minutos después de la matanza de cuatro personas en el parque Domingo Colín de la colonia Gaviotas Norte, sector Explanada, se difundió consignando el momento en que, personas que se encontraban en el lugar pretendían robarle el celular a las víctimas.
La grabación que circuló en redes sociales muestra cómo los cuerpos aún se movían, tras ser acribillados por dos comandos armados, quienes los flanquearon utilizando armas de alto calibre AR-15 para rafaguearlos.
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Quien filma el video a través de su teléfono celular hizo comentarios sobre el hecho con otras personas que se encontraban ahí;
—Dios mío, ve...
—Yo estaba ahí y escuché los disparos
—¿Y tú dónde estabas puehj?
—Yo estaba atrás...
En tanto, otro sujeto que lleva una mochila, se acerca a los cadáveres debajo del kiosko. Otro más toma un teléfono celular, al parecer de una de las víctimas.
—Ni lo toques ni lo toques...
—¡Ey! ¡Ey! ¡Ey!
—¡Onde llevas eso, déjalo ahí!
—¡Los vamos a acusar de robo!
El joven de playera blanca que ya llevaba el celular en la mano, vuelve a dejarlo sobre la mesa del kiosko.
Poco apoco, se comenzaron a arremolinar curiosos en el lugar.
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De acuerdo con información recabada por la prensa posteriormente, un grupo de aproximadamente 10 sujetos llegaron a bordo de dos camionetas CRV, una gris y la otra azul, dirigiéndose hacia donde estaban los tres hombres y la mujer debajo de un kiosco localizado en medio del parque.
Además de que les dispararon a quemarropa, todos recibieron el tiro de gracia; sin embargo uno de los cuatro que ahí se encontraba trató de huir corriendo, pero acabó siendo alcanzado por las balas; los sicarios emprendieron la huida sin dejar rastro alguno, mientras que los vecinos solicitaban la presencia de los cuerpos de emergencia y de la Policía.
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Luego de confirmar la muerte de las cuatro personas, la Policía interpuso un cordón perimetral en el que se realizó un rastreo criminalístico en busca de indicios que pudieran ayudar al esclarecimiento de los hechos, siendo finalmente levantado todos los cuerpos por el Servicio Médico Forense que los trasladó a la Fiscalía General del Estado en calidad de desconocidos.
Cuatro años más tarde, el caso permanece sin resolver, y la violencia continúa en la colonia más brava de Villahermosa, en donde son comunes los asesinatos entre miembros del crimen organizado y de la delincuencia común.