Hamas anunció este domingo más de 25 mil muertos en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra con Israel, que sigue bombardeando el pequeño territorio palestino.
El movimiento islamista palestino, en el poder en Gaza desde 2007, reportó decenas de bombardeos y disparos de artillería, sobre todo en las zonas cercanas a los hospitales Nasser y Al Amal en Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja.
Decenas de cuerpos "siguen bajo los escombros", según Hamas, que precisó que 178 personas habían muerto en las últimas 24 horas. El ejército israelí indicó que había "eliminado a terroristas" en Jan Yunis.
Según informaron testigos, las fuerzas israelíes retomaron sus operaciones cerca del campo de refugiados de Jabaliya, en el extremo norte de Gaza.
En el sur de Israel, se activaron las sirenas de alerta contra los cohetes lanzados desde Gaza en la localidad de Kissufim.
Desde el inicio del conflicto, las operaciones militares israelíes han dejado 25 mil 105 muertos, en su mayoría mujeres y menores, según el último balance del Ministerio de Salud de Hamas.
La guerra estalló tras el ataque sin precedentes de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre, en el que murieron 1.140 personas, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que un centenar pudieron ser liberadas durante una tregua a finales de noviembre.
El ejército israelí informó el sábado que había descubierto un túnel en Jan Yunis con "pruebas que indicaban la presencia de rehenes" en su interior, como dibujos realizados por una niña de cinco años.
"Una veintena de rehenes" fueron encerrados ahí en distintos momentos y "en condiciones difíciles, sin luz del día (...), poco oxígeno y una humedad espantosa", dijo su portavoz.
El ejército israelí lanzó el sábado octavillas en Rafah con fotos de los rehenes, y pidió a los habitantes de esa ciudad fronteriza con Egipto comunicar cualquier información sobre su paradero. Israel calcula que aún quedan 132 cautivos en Gaza.
Según la ONU, un 85 por ciento de los 2,4 millones de habitantes de Gaza se vieron obligados a desplazarse dentro del estrecho territorio de 362 km2, bajo un férreo asedio que impide la llegada de comida, agua, medicinas y combustible.
Según el Ministerio de Salud de Hamas, no hubo "ningún avance" para aumentar la ayuda humanitaria a Gaza.
Decenas de desplazados, con bidones en la mano, esperaban el domingo en Rafah la distribución de agua organizada por Médicos Sin Fronteras. Gran parte de la población se hacina en esa localidad, constató la AFP.
Amenazas iraníes
El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, instalado en Catar, se reunió el sábado en Turquía con el jefe de la diplomacia turca, Hakan Fidan, para hablar del "establecimiento de un alto el fuego en Gaza lo más rápidamente posible, el aumento de la ayuda humanitaria, la liberación de rehenes y una solución de dos Estados para una paz permanente", según fuentes diplomáticas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encuentra bajo presión para lograr liberar a los rehenes y por los llamados internacionales a un alto el fuego humanitario.
Israel tiene que asegurarse de que Gaza "deje de suponer una amenaza" y esta condición "contradice la exigencia de soberanía palestina", dijo Netanyahu, sobre la solución de dos Estados que pide gran parte de la comunidad internacional.
La guerra exacerba las tensiones entre Israel y el llamado "eje de la resistencia", liderado por Irán, que agrupa a movimientos armados como Hamas, Hezbolá en Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, amenazó a Israel con represalias después de la muerte el sábado de al menos cinco militares iraníes en Damasco, en un bombardeo atribuido a las fuerzas israelíes.
Según la prensa iraní, el jefe de los servicios de inteligencia de la Guardia Revolucionaria para Siria figura entre las víctimas.
En la frontera entre Israel y Líbano, donde se producen a diario cruces de disparos, un civil y un miembro de Hezbolá murieron en un bombardeo israelí.
En el oeste de Irak, una base con tropas estadounidenses fue blanco de 15 misiles, según responsables iraquíes y estadounidenses. El ataque fue reivindicado por la "Resistencia islámica en Irak", un grupo que reúne a distintas facciones armadas aliadas de Irán.
Y Estados Unidos lanzó nuevos ataques contra posiciones hutíes, tras las acciones de estos rebeldes contra buques mercantes frente a las costas de Yemen.