Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco se sumó hoy a los festejos por el 50 aniversario del Pontificio Colegio Mexicano de Roma, una residencia que recibe cada año a decenas de sacerdotes de ese país que estudian en las universidades adscritas al Vaticano.
Durante los mensajes en español de su audiencia pública semanal, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el pontífice dirigió un mensaje especial y recibió como respuesta los cánticos de un grupo de sacerdotes que se encontraban en primera fila.
“Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en especial a la comunidad del Pontificio Colegio Mexicano de Roma, que acompañados por los cardenales José Francisco Robles Ortega y Alberto Suárez Inda, así como por algunos obispos mexicanos, celebran el 50 aniversario de su fundación”, indicó.
“Animo a todos a que, siguiendo el ejemplo de nuestra Madre la Virgen María, vivan con una esperanza vigilante, y sean para cuantos los rodean portadores de la luz y de la caricia del Dios de la Misericordia. Que Dios los bendiga”, agregó.
Al final de la audiencia, el Papa saludó a Robles Ortega y Suárez Inda así como a un numeroso grupo de obispos mexicanos, llegados a Roma también para la ceremonia de canonización de los niños mártires de Tlaxcala, quienes serán declarados santos el próximo domingo.
Los sacerdotes del Colegio Mexicano llegaron temprano este miércoles hasta San Pedro y se ubicaron en los primeros lugares entre los feligreses, portaban banderas tricolores y varias imágenes de la Virgen de Guadalupe.
A lo largo de toda la audiencia el grupo se destacó por la algarabía, los aplausos, porras como “¡se ve, se siente… el Papa está presente” y los cánticos como el himno “La Guadalupana” o el “Cielito Lindo”. Incluso en un momento sumaron a un niño italiano con síndrome de Down de nombre Francesco.
En todo momento confiaron en la posibilidad de saludar al Papa y, por eso, esperaron durante más de una hora la conclusión de los saludos personales del líder católico quien al final los bendijo antes de subir al papamóvil.
Entre ellos estaba Francisco Villagómez Villamil, un sacerdote de la diócesis de Huajuapan de León (Oaxaca), quien destacó como una “experiencia única” e “inolvidable” el “peregrinar junto al Papa” para celebrar el aniversario.
“Tuvimos que tener un poco de paciencia, de perseverancia, pero al final nos ayudó y pudimos verlo de cerquita, a menos de un metro”, señaló.
“(Ver al Papa) significa que esa cercanía, esa familiaridad, nos ayuda a nosotros para que el día de mañana podamos imitar, con las comunidades de México, este ejemplo, tan sencillo y tan humilde, pero sin duda alguna tan fascinante”, apuntó.
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