En la reapertura de la economía, con la presencia de la epidemia de Covid-19, la aplicación de pruebas para la detección del virus SARS CoV2 es sólo un elemento de una estrategia que requiere protocolos y políticas públicas para romper las cadenas de contagio, en donde el diálogo con el Gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil es indispensable, coincidieron el excandidato a la presidencia por el PRI, José Antonio Meade y el exvocero presidencial, Alejandro Poiré.
Durante el foro virtual Rumbo a la reactivación económica: generando sinergias por la salud, el exvocero del gobierno panista de Felipe Calderón, Alejandro Poiré, ahora decano de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, dijo que se necesita que en este momento que vive México “ese espacio de crítica, de competencia, de oposición y rispidez que da libertad, pluralismo y discutir muchas cosas, la política también es un espacio de colaboración y, ante retos complejos como el que vivimos, se necesita ese espacio en el que dejamos de ser enemigos”.
Dijo se reconoce ese espacio a la discusión y debate, pero “también asumimos la responsabilidad para construir algo para todos… y la academia es importante” para que cada quien siga teniendo sus opiniones, debatir y mejores mecanismos para enfrentar la epidemia.
José Antonio Meade, excandidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional aseguró que la sinergia que se pueda crear entre el sector público, el privado, la sociedad civil y la academia pueden construir escenario en los que México pueda enfrentar un escenario tan complejo como el de ahora.
“Solo habrá economía sana si tenemos una población sana, porque la combinación de protocolos y políticas públicas permitirán la reactivación diferente a la que teníamos en marzo, ahora eso va a ser con cubrebocas, con pruebas y monitoreo”, aseguró.
Dijo que la epidemia es el reto más importante que hemos tenido en materia económica motivado por el reto global simultáneo en materia de salud. Explicó que es un reto que construye sobre otros que hemos tenido y eso implica un diálogo amplio entre el sector público y sector privado, el sector academia y gobierno.