Ciudad de México.-Tras el aval que se dio en el Congreso a la Reforma Laboral el jueves pasado, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) reiteró este sábado que aún quedan pendientes por salvar en esta materia, como: lograr salarios dignos, mantener las garantías laborales de los trabajadores, los contratos colectivos, pero sobre se pronunció por qué se elimine la subcontratación de los trabajadores y el outsourcing.
El PRD coincide que se debe dar una respuesta puntual a la clase trabajadora de México en este sentido, por lo que al pronunciarse por la desaparición del outsourcing y subcontratación, señalaron que la figura es anticonstitucional al afectar los derechos a la educación, salud y alimentación, así como la contratación colectiva, la sindicación y la seguridad en el empleo.
En ese sentido, la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) , integrada por Adriana Díaz, Ángel Ávila, Arturo Prida, Camerino Márquez, Estephany Santiago, Fernando Belaunzarán y Karen Quiroga, mostró su respaldo a la nueva Reforma Laboral, recientemente aprobada en la Cámara de Diputados, al considerar que dará certeza a los trabajadores.
Con esta reforma, sostiene, se fijan reglas para el proceso de selección de los líderes sindicales, quienes serán sujetos al voto personal, libre, directo y secreto de sus agremiados, además se instauran mecanismos para garantizar que los trabajadores sean realmente representados por organizaciones gremiales, lo que frenaría los sindicatos “blancos” o de protección patronal.
Para el PRD, esta Reforma Laboral incluye garantías al trabajador desde lo individual para hacer valer sus derechos laborales y que nadie pueda ser sujeto a represalias, ni ser obligado a formar parte de un sindicato, federación o confederación.
La DNE consideró como un acierto que se eliminen brechas por género, violencia e inequidad salarial, y se atienda y regule el régimen de los trabajadores del hogar.
Cabe señalar que a la Ley Federal del Trabajo, con mil 110 artículos y 28 Transitorios, se le modifican 535 artículos, con lo que se busca responder a los compromisos contraídos en el Capítulo Laboral del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que pide representatividad de trabajadores en la negociación colectiva y la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).