Y nosotros ¿de qué vamos a vivir?

"No nos va a matar el coronavirus, nos va a matar el hambre", señalaron empleados de bares, cafés, casinos, cines y discotecas que cerrarán durante la cuarentena

Ángel Vega | El Heraldo de Tabasco

  · sábado 21 de marzo de 2020

Los centros nocturnos, de los más afectados. Foto: Ángel Vega

Ni siquiera tuvo que caer la noche para que los efectos del decreto hecho público esta tarde, en el que el gobernador Adán Augusto ordena el cese de toda actividad pública, así como el cierre de bares, cafés, casinos, cines y discotecas, entre otros, se hicieran sentir en el corazón financiero y de entretenimiento de la capital villahermosina, una de las zonas más concurridas durante los fines de semana.

Aunque oficialmente faltan 24 horas para que inicie la cuarentena, este ya es el día Cero, y afuera de la plaza Bugambilias, la actividad de los bares no es como la de otros viernes; más bien parece una mudanza. Algunos trabajadores levantan mesas y sillas y las retiran como si no fueran a volver más. No hay parroquianos enfiestados, no hay música de banda saliendo por los altavoces ni jóvenes cantándolas a coro, no hay bullicio de botellas chocando ni ambiente festivo.

Son más de las cinco de la tarde, y cerca de ahí, José del Carmen 'N' y Raúl 'N' se resguardan del todavía potente sol bajo la sombra de un árbol famélico.

"Nos acabamos de enterar. O sea, ya sabíamos que no íbamos a poder trabajar, pero nunca pensamos que tan rápido. Al menos yo no lo vi así. Yo dependo de las propinas, y pues si no abren, no comemos en mi casa", refiere Raúl. Su compañero es menos propenso a hablar para la prensa, pero al final también se atreve. Las circunstancias parecen ameritarlo.

"No nos va a matar el coronavirus, nos va a matar el hambre", dice, lacónico.

Los bares Jhonnie's, Beberecúa y otros en la zona generan varios empleos directos y posiblemente decenas de indirectos. El número de personas se multiplica si se cuenta a los cafés, restaurantes y establecimientos de comida rápida.

"¿Será que a nosotros también nos van a cerrar?" responde una empleada de un restaurante de comida rápida cuando se le pregunta. Y añade: "No nos han dicho nada. ¿Seguro que eso dijo el gobernador?". Al parecer cunde la desinformación.

El McCarthys Irish Pub está yermo y apagado. Hacia la zona de Plaza La Venta, la Cervecería Popular es un oasis desierto. La música suena, las luces están encendidas, pero casi nadie hay en el lugar.

Más adelante, en la zona de los bancos, Starbucks, Wyngs Army, y Masaryk Mx, entre otros sufren la misma situación.

Prolongación de Paseo Tabasco luce con pocos vehículos. Por ratos, se piensa que pude jugarse un partido de fútbol a media calle.

Plaza Galerías se muestra como un escenario de película de desastres. Ni un alma en el área infantil, y en la zona de restaurantes las mesas han sido dispuestas con un amplio espacio de separación.

Ahí, una de las mujeres de la limpieza mira hacia las mesas, escasas y vacías en su mayoría. Se niega a decir su nombre. Sus preocupaciones están en otra parte. A la pregunta sobre la cuarentena decretada, sólo acierta a exclamar;

"Y nosotros, ¿de qué vamos a vivir?".