Las colonias de Villahermosa siguen padeciendo la escasez de agua, debido en gran medida, a las constantes fallas que registran las plantas potabilizadoras que abastecen la ciudad. Pese a ello, cientos de litros del vital líquido se desperdician diariamente por infinidad de fugas en las calles.

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Algunas de las colonias que frecuentemente se quedan sin agua son Gaviotas Sur y Norte, Indeco, Casa Blanca, Tierra Colorada, Asunción Castellanos, Atasta y comunidades situadas en la zona de la Villa Parrilla.

Ante esta situación, las autoridades municipales envían pipas de agua pero no se dan abasto para atender la enorme demanda.

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De tal forma que la gente tiene que recurrir a la compra de garrafones de agua purificada para poder tener, al menos, para asearse y realizar los quehaceres domésticos.

Y es que aseguran que el agua llega por las madrugadas, por lo que muchos tienen que desvelarse para lograr llenar algunas cubetas, puesto que no tiene la suficiente presión para subir a los tinacos o llegar a las instalaciones del baño.

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Aunque a veces pasan en vano las noches en vela, porque ni siquiera sale el agua de las llaves a cuentagotas, situación que se ha convertido ya prácticamente en un suplicio para los pobladores.

Ciudadanos se cansan de reportar falta de agua

“Se está tirando el agua, después nos dejan sin agua y tenemos que ir hasta el otro lado a buscarla”, expresó la señora Roselia Milla Esteban de la colonia Gaviotas Norte, quien destacó que incluso debe ir a buscar tomas en el centro de la ciudad para poder tener acceso al líquido.

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Dijo que por diversos trabajos de “reparación” el propio personal del Ayuntamiento de Centro ha dejado sendos hoyancos en la zona, pero al mismo tiempo no repara las constantes fugas de agua potable y sobre todo de aguas negras que aquejan a calles como Luis Jaidar y Antonio de Dios Guarda.

Por su parte, Emma Moa, que vive en la calle Alfonso Vicens, expresó que “viene el agua un ratito, luego se va, es muy baja la potencia”, por lo que incluso hay que ir a buscar directamente a la planta potabilizadora o esperar las pipas que nunca resultan suficientes, ya que no son constantes.

Agregó que además es necesario gastar en comprar garrafones para rellenar y entonces poder almacenar cuando se puede y aunque esto se ha reportado infinidad de veces, no hay solución.

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"Tenemos que levantarnos a veces a la una o dos de la mañana, otras a las cinco, calculando a qué hora llega el agua, aunque en muchas ocasiones no llega ni gota", aseguró José Luis Ramírez del Sector Palomares