Gracias a que el mal tiempo dio tregua por unos días y a la instalación de bombas, el nivel del agua bajó considerablemente en el fraccionamiento Bosques de Saloya de Nacajuca.
Sin embargo, las familias están solicitando al ayuntamiento de la demarcación mande a levantar el lodo y basura que quedaron en las calles, así como una brigada de salud para fumigar por la presencia de mosquitos que pudieran transmitir enfermedades a la población.
La exdelegada del lugar Nory Sanabria Alavés, indicó que es necesario hacer una limpieza general porque el fraccionamiento está convertido en un foco de infección.
“Además hay muchísimos moscos y requerimos de que se fumigue, porque es insoportable”, abundó.
Don Miguel de oficio taxista y su familia, avecindado en la avenida del Bosque del fraccionamiento Bosques de Saloya de Nacajuca sufrieron la perdida de sus muebles y enseres domésticos debido a que la inundación alcanzó más de un metro de altura.
Por el momento se encuentran limpiando su vivienda, aunque viven con el Jesús en la boca ante la amenaza de lluvias.
"Apenas pudimos rescatar algunas cosas, pero la sala y otros muebles se nos echaron a perder con la inundación, lo bueno de todo esto es que estamos bien, pero tenemos temor de que nos volvamos a ir al agua en cualquier momento", señalaron.
Las personas que tienen la necesidad de salir a trabajar o a realizar cualquier asunto particular, son transportadas a tierra firma en cayucos o lanchas por trabajadores de Protección Civil del ayuntamiento del municipio.
Aunque hay quienes se arriesgan a caminar entre el agua pestilente para ir por el mandado a la tienda más cercana.
En tanto 21 familias que hacen un total de 120 personas permanecen albergadas en el refugio temporal habilitado en la Escuela Secundaria Federal “Manuel Campos Payró” de la localidad, donde reciben alimentación y servicios médicos, además de espacios para dormir.
El cárcamo o estación de bombeo de la Comisión de Agua y Saneamiento (CEAS) opera al máximo de su capacidad para seguir extrayendo el agua que aún mantiene inundados los condominios.