Yuliana Cambrano Guzmán, representante de las comunidades afectadas de los Bitzales, consideró necesario y urgente que la Secretaria de Salud realice los estudios necesarios para determinar si el pescado de esta zona es apto para el consumo humano, y de ser así, que emita y difunda un certificado que avale a los pescadores.
Y es que explicó que las pasadas autoridades nunca dieron a conocer los supuestos estudios que dijeron haber realizado, lo que desató incertidumbre y el desplome de las ventas de los pescadores de estas comunidades.
Anexó que lo anterior se dio pese a que solicitaron los estudios y el certificado tanto a la SS, como a la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y a la misma Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sin obtener resultados positivos.
“El problema que hubo el año pasado es que se desató incertidumbre en el mercado debido a que nunca hubo una posicionamiento especifico por parte de las autoridades diciendo ‘bueno hicimos estos estudios y se determinó que el producto pesquero si es apto para consumo o no es apto para consumo’, lo solicitamos a Sagarpa para que hiciera los estudios correspondientes, nos dijeron que hicieron los estudios pero nunca los vimos, por parte de la Cofepris también lo solicitamos”, indicó.
Ante ello, anexó que ya han tenido pláticas con las actuales autoridades para que se hagan los estudios, y en el caso que arrojen contaminación en el producto, se establezcan cercos sanitarios.
“Ya lo hemos platicado con las autoridades de que si sería muy bueno hacerse estos estudios y si se determinara en algún momento que hay algún problema con el producto pues establecer un cerco sanitario, porque el año pasado hubo un descontrol en esta aparte y se afectó incluso a acuicultores porque la gente tenía desconfianza de que el producto que estaba vendiendo pudiera provenir de esta zona”, acotó.
Finalmente, en el caso de que no haya alguna anomalía, la activista pidió que se proceda a emitir y difundir un certificado de consumo.
“Si no hay ningún problema con el producto que se den a conocer los estudios y se le dé la difusión para que el mercado tenga certidumbre de que el producto que están consumiendo es apto”, concluyó.