En una mano lleva un machete envuelto en un costal y en la otra a su hijo, de quien debe hacerse cargo luego de quedar viudo hace dos años. Se trata de don Pancho quien se gana la vida recorriendo las calles de la capital ofreciendo sus servicios de limpieza de predios y jardines, o cualquier otro trabajo por el que le paguen unos cuántos pesos.
“Patrona, le limpio su jardín y me da para el refresco” vocifera en las puertas y ventana de las casas, mientras sostiene fuertemente Panchito, el pequeño de cinco años.
Francisco Jiménez y Francisco Jiménez Jr. son sus nombres de pila y radican en la colonia Torno Largo 3ra sección, en una humilde casa de madera que él ha ido construyendo poco a poco.
“Panchito tiene que comer”, indicó a este matutino, al referir que anteriormente trabajaba como velador en un taller mecánico, sin embargo, tras la muerte de su esposa Rosa se tuvo que salir para encargarse de los cuidados de su hijo, y ahora busca actividades que le permitan mantenerlo con él.
“Yo sí, antes era yo velador, pero podía dormir en el día, ahora ya no porque tengo que cuidar a mi chamaco, entonces pues ahí me la voy llevando, con trabajitos, ahí va saliendo para la comida”, puntualizó.
Anexó que hay quienes no le dan trabajo, pero sí ropa y zapatos usados, comida y demás apoyos, y con eso ha logrado subsistir por dos años ya.
“A veces no me dan trabajo, pero me dan ropa, zapatos, trastes, comida, un pozol, y a mí todo me sirve, si no lo uso lo vendo y también le saco dinero”, delineó.
De la misma forma, expuso que su zona de trabajo mayormente son las calles del Primer Cuadro de la Ciudad, sin embargo, hay ocasiones en las que recorre también las colonias populares.
“El centro, me voy por todo el centro, pero no lo recorro todo en un día, voy por partes, o a veces también voy a Tierra Colorada, a Tamulté, Atasta y por esa zona”, apuntó.
Finalmente, dijo estar consciente que de esto no puede mantener a su hijo toda la vida, sin embargo, por el momento es la única opción que tiene, en lo que encuentra un mejor empleo que le permita estar al pendiente de él.