De manera tradicional los tabasqueños son muy dados a conmemorar las fiestas patrias en este mes de septiembre. Desde la asistencia masiva a la ceremonia del Grito de Independencia que se da por el gobernador en turno desde el balcón principal del Palacio de Gobierno con una Plaza de Armas colmada de gente, hasta el desfile del 16 de Septiembre.
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Esto sin contar con las noches mexicanas que se realizan de forma particular o de eventos significativos como las charreadas y un sinfín de festejos. Inclusive en la ciudad de Villahermosa hay muchas calles y avenidas que llevan el nombre de los héroes que tomaron parte en la Guerra de Independencia. Desde Hidalgo, Morelos, Allende, la Corregidora, Iturbide hasta Francisco Javier Mina y Aldama, por citar sólo algunos nombres.
Sin embargo, te has preguntado si en realidad Tabasco tuvo participación directa en la Lucha de Independencia que inició en 1810 con el Grito en Dolores por el Padre de la Patria Miguel Hidalgo y Costilla. Aquí te contamos. De acuerdo al Doctor Jorge Abdó Francis, durante muchos años la discusión entre los estudiosos de la Independencia en Tabasco, se han centrado en si hubo o no acontecimientos relevantes, dignos de resaltar en la provincia entre 1810 y 1821, años de inicio y culminación de tan importante evento.
En la obra La Independencia en Tabasco; 200 años después, Textos para su Historia, en donde funge como Compilador, Abdó Francis asegura que algunos historiadores se han atrevido a justificar su negativa, por el hecho de no haber existido en Tabasco un grupo armado, ni haberse disparado un solo tiro, como si esto fuera un requisito indispensable para alcanzar un triunfo revolucionario.
No obstante, basado en los relatos de varios historiadores y documentos que se conservan hoy en día, el investigador sostiene que sí hubo movimiento de Independencia en Tabasco. “Precisamente, por investigaciones serias y minuciosas, ahora sabemos que la independencia de México se vivió en cada rincón del territorio de la Nueva
España de manera distinta, y sin embargo, al final del ejercicio todo ese territorio llamado Nueva España, incluyendo la provincia de Tabasco, se convirtió en una sola nación independiente de España. Esto nadie lo puede negar, de tal forma que este movimiento vivido de manera peculiar por los tabasqueños deaquella época, se coronó con la promulgación de la Constitución federal de 1824 y la local de 1825”, señala en el prólogo de la obra editada en 2011.
Asimismo, de acuerdo al sitio De Tabasco Soy, lo apartado de la región hizo que Tabasco se aislara ya que dependía de la provincia de Yucatán durante la época colonial. La deposición de Fernando VII coincidió con la instalación en Villahermosa del primer ayuntamiento, cuando Tabasco contaba con 60 000 habitantes, distribuidos en 50 poblados de diferentes tamaños.
Según las fuentes consultadas por el sitio, en 1820 la provincia de Tabasco se encontraba en completa pobreza: no existía industria; el comercio era casi nulo; la Iglesia, los pueblos y cabildos, los edificios y casas, los caminos y puentes, se hallaban en ruinas; el movimiento de Hidalgo y sus sucesores no encontró eco en Tabasco.
La figura de José Eduardo de Cárdenas, quien resultaría diputado electo por esa provincia fue importante. Para llamar la atención sobre su tierra, el 24 de julio de 1811 presentó su Memoria a favor de la Provincia de Tabasco.
Asimismo, Antonio López de Santa Anna, nombrado por Agustín de Iturbide comandante general del sureste, envió a Fernández Mantecón, al mando de 300 hombres, a proclamar la independencia y entró triunfal en Villahermosa el 7 de septiembre sin encontrar resistencia de los realistas y, día 8, el Plan de Iguala fue jurado en la capital de Tabasco.
De este modo, Tabasco quedó incorporado al México independiente. El primer gobernador fue don Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, quien no permaneció mucho tiempo en su puesto ya que fue acusado de varios delitos, enjuiciado y destituido de su investidura. Lo sustituyó don Manuel María Leyton en 1822.
En la misma obra La Independencia en Tabasco 200 años Después; Textos para su Historia, se hace referencia al Compendio histórico, geográfico y estadístico del Estado de Tabasco, de Manuel Gil y Sáenz, que establece que hasta el 8 de septiembre de 1821 en que se proclamó en Tabasco la Independencia mexicana gobernaron en la provincia
los siguientes:
Fray Miguel de Castro y Araos de la época anterior, hasta el año de 1810 en que se fue para Yucatán. Lorenzo Santa María gobernó de interino, hasta principios de 1811 en que entregó al propietario siguiente. Andrés Girón, desde 1811 hasta 1813, en que salió como huido de ésta para la Laguna del Carmen. Lorenzo Santa María gobernó de interino hasta 1814 que entregó a Francisco de Heredia y Vergara, coronel del batallón de milicias de Mérida, gobernó desde 1814 Andrés Girón, desde 1811 hasta 1813, en que salió como huido de ésta para la Laguna del Carmen.
Lorenzo SantaMaría gobernó de interino hasta 1814 que entregó a Francisco de Heredia y Vergara, coronel del batallón de milicias de Mérida, gobernó desde 1814 hasta mediados de julio de 1817 en que falleció en esta capital a consecuencia de un tumor o carbunclo en la espalda.
Cabe señalar que Lorenzo Santa María era tabasqueño, coronel comandante de las milicias regladas de esta provincia, gobernador político y militar interino y subdelegado de la real hacienda, desde 1817 hasta 1818 que vino el siguiente.
Ángel de Toro, coronel y comandante general, gobernó hasta el 8 de septiembre de 1821. También se cita el libro Historia de Tabasco de Diógenes López Reyes, quien señala que el 17 de junio de 1810 se dispuso por orden del gobernador Castro y Araos, y del Ayuntamiento de Villahermosa, se hiciesen tres días de fiesta y se tomasen al pueblo y empleados el juramento de fidelidad al Supremo Consejo de la Regencia que gobernaba en España a nombre de Fernando VII.
Con este motivo el gobernador Castro y Araos envió una carta de fidelidad de Tabasco a la Audiencia Gobernadora de la Nueva España. En agosto de ese mismo año de 1810 se hizo la elección por el Ayuntamiento de Villahermosa, del diputado por Tabasco a las Cortes generales y extraordinarias de Cádiz, resultando electo por unanimidad de votos, el pbro. Dr. Don José Eduardo de Cárdenas y Romero, cura de Cunduacán, vicario honorario In Cápite y Comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Tabasco.
A fines del mes siguiente sale para España, acompañándolo una lucida escolta de caballería, hasta legua y media fuera de Villahermosa. En ese mismo septiembre de 1810 en el humilde pueblo de Dolores, perteneciente a Guanajuato, lanza el grito de libertad del pueblo mexicano el inmortal cura de ese lugar, Don Miguel Hidalgo y Costilla, en unión de varios militares y gente del pueblo, causando gran incendio en las conciencias ávidas de emanciparse del yugo colonial.
Tabasco no pudo agregarse entonces a esta gran epopeya nacional, debido a las duras fuerzas militares realistas que vigilaban los menores movimientos de las gentes y a la gran ignorancia que privaba en la mayoría de las masas populares. Puede decirse que la provincia de Tabasco fue espectadora de esa lucha homérica libertadora.
Sin embargo, en Tabasco se exaltaron los ánimos con motivo de los acontecimientos en la madre patria; los españoles y tabasqueños se dividieron en absolutistas y realistas fieles, frente a los constitucionales o realistas su exaltación hasta formar una junta gubernativa que hizo absorber las facultades del gobernador, siendo sus miembros: don Antonio de Serra y Aulet, don Isidro Soler y don Matías Medrano.
El 24 de mayo de 1812 después de firmar la Constitución Española de Cádiz, el doctor Cárdenas deja ese puerto, pasando a Cuba, de allí a Veracruz y a fines del año a Villahermosa, a San Fernando y finalmente a Cunduacán.
A principios de junio de 1821 salió para Tabasco enviado por el entonces comandante general de Veracruz, López de Santa Anna, el comandante de Tlacotalpan teniente don Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, doscientos infantes y cien de caballería, marchando a Cosamaloapan, Corral Nuevo, Acayucan, Coatzacoalcos y Huimanguillo, de la Intendencia de Veracruz, para de allí marchar a San Antonio de los Naranjos (Cárdenas), Cunduacán y finalmente entrar a Villa Hermosa lo antes posible, para evitar que Yucatán auxiliase a la guarnición de Tabasco. Donjuán N. Fernández M. era teniente de granaderos, del regimiento de infantería, hijo de Veracruz.
Llegó a fines de agosto a Huimanguillo con sus tropas, donde se juró la Independencia el 25 de ese mes y se le agregaron varios vecinos del lugar, entre ellos los hermanos Maldonado (don Fernando Nicolás, don Pomposo, don Pánfilo y don José María). De allí partió Fernández Mantecón y su tropa rumbo a San Antonio de los Naranjos, primer punto de la provincia de Tabasco, que juró la Independencia y el Plan de Iguala el 31 de agosto. Pasó después a Cunduacán, cabecera del Distrito de la Chontalpa, donde se juró la emancipación el 4 de septiembre; al día siguiente 5, de este mes, el teniente Fernández intimó rendición al gobernador del Toro quien inmediatamente pidió refuerzos, ya tardíamente, al capitán general de Yucatán, mariscal de campo, donjuán Ma. de Echéverri. Al día siguiente 6 de septiembre llegó al pueblo de Atasta el teniente Fernández Mantecón y sus tropas; el día 7 entraron las fuerzas insurgentes a Villahermosa, cuya guarnición del gobierno colonial huyó a la Villa del Carmen y Campeche, encabezando la desbandada el gobernador del Toro. Las tropas insurgentes desfilaron por el viejo Camino Real de Atasta y Tamulté (calle de la Constitución y hoy de 27 de Febrero), hasta la Cruz Verde (hoy Abasalo), doblando por la calle de la Yerbabuena (hoy de Iguala), hasta la loma y calle de la Encarnación (hoy 5 de Mayo), para ocupar el Principal, el cuartel viejo, las casas consistoriales y la Plaza Mayor. Las calles de Esquipulas (hoy 27 de Febrero), de la Amargura y Calvario (hoy de Zaragoza), estaban obstruidas por fosos y trincheras que a la postre resultaron inútiles.
Al día siguiente, domingo 8 de Septiembre de 1821 a las nueve de la mañana, fue jurada la Independencia de Tabasco y el Plan de Iguala por el pueblo y tropas de Villahermosa, los Evangelios y un ejemplar del Plan de Iguala, continuó después una misa solemne y Te Deum en la ermita de la Concepción, predicando el pbro. Francisco Beltrán.
Tabasco adquirió así su independencia sin derramamiento de sangre, ni de lágrimas y sin dispararse un tiro de fusil. Termina en Tabasco el coloniaje español en septiembre de 1821 y comienza el Tabasco independiente con la entrada del ejército Trigarante en Villahermosa. En tanto que en su obra Protesta y proclamación de independencia, María Eugenia Arias G., Ana Lau J. y Ximena Sepúlveda O, señalan que aún así, hubo agitación de ánimos en Tabasco.
A la cabeza del partido insurgente, se encontraba el capitán José Ma. Jiménez Garrido, originario de Villahermosa, con estudios primarios; después fue un autodidacta que se interesó, desde el inicio del movimiento, por los objetivos independentistas. Jiménez sentía aversión por los representantes del gobierno, lo que le valió ser vigilado por éste e, incluso, ser tachado como escandaloso por la sociedad supersticiosa y mojigata, ya que “hacía gala de natural volterianismo”.
Sin embargo, sus ideas no tomaron cuerpo ni hubo brote de armas en la provincia; Jiménez promovió reuniones secretas y una revuelta hasta julio de 1821, cuando supo que Agustín de Iturbide había promulgado el Plan de Iguala, que declaraba la Independencia; pero fue aprehendido por el último gobernador local, Ángel del Toro, y se le remitió a San Juan de Ulúa junto con su hijo José Víctor y demás simpatizadores.
La promulgación de la Independencia no fue dada por un tabasqueño, sino por un enviado de Veracruz: Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, comisionado por el comandante general Antonio López de Santa Anna. Fernández pasó a la entidad a través de Huimanguillo, Cunduacán y San Antonio (primer distrito que juró a fines de agosto), para alcanzar la capital, donde tomó implementos y marchó sobre la guarnición de la plaza, con la ayuda de unos 200 tabasqueños.
De esta forma, la provincia de Tabasco quedó libre de la tutela española, el 8 de septiembre de 1821, sin derramamiento de sangre la jura del Plan de Iguala y su ratificación con los Tratados de Córdoba dieron fin al virreinato; estos hechos fueron festejados como tantos otros en Tabasco; a partir de entonces se empezó a hablar de “héroes” y “libertadores”. Fernández quedó como jefe superior político de la provincia y uno de sus primeros actos fue liberar a los presos políticos; José María Jiménez, al regresar a Villahermosa con sus compañeros fue recibido con gran júbilo.
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- Fuentes: La Independencia en Tabasco, 200 años después. Textos para su historia.
- De Tabasco Soy
- López Reyes, Diógenes. (1980) Historia de Tabasco – (P. 188) Consejo Editorial del Estado de Tabasco. Villahermosa, Tabasco.
- Gil y Sáenz Manuel (1879). Compendio Histórico, Geográfico y Estadístico del Estado de Tabasco. Tip. De José M. Ábalos. Calle de la Encarnación. Villahermosa, Tabasco.
- Martínez Assad, Carlos (2010). Historia breve de Tabasco. Fondo de Cultura Económica. México
- De la Cruz Pereyra, Diógenes (2006). Municipios de Tabasco, Origen e Historia – Gobierno del Estado de Tabasco. Tabasco, México.
- Piña Gutiérrez José Antonio. (2015). El poder ejecutivo en Tabasco. Perfiles de las Ciencias Sociales, Año 2, Núm. 4, Enero. UJAT. Tabasco, México.
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