Aarón fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda el 10 de abril de 2019. Hoy, a más de dos años de luchar contra la terrible enfermedad, el pequeño, que ajustó ya cuatro años de edad, continúa la batalla por su vida, siempre de la mano de su madre, Marisol Anguiano Gómez, quien a pesar de las dificultades de salud y económicas, no se rinde.
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Luego de haber enfrentado en septiembre pasado, dificultades burocráticas por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que le otorgaran los viáticos para trasladar a su pequeño al hospital de Coatzacoalcos, misma que fue atendida por la institución luego de que El Heraldo de Tabasco expusiera la situación, Marisol nos comparte lo que han sido los últimos meses para ella y Aarón.
“A principios de año, él se me puso malo; como en febrero o marzo cayó con una infección estomacal, tenía calentura… Nos habían comentado que pudiera haber sido una recaída, porque tenía las plaquetas un poquito bajas, a pero gracias a Dios sólo fue una infección”, comenta la madre.
Aarón fue internado en el hospital del IMSS, ubicado frente a Valle Marino en Villahermosa debido a que presentaba fiebre de entre 39 y 40 grados. Ingresó sin defensas e infección estomacal. Permaneció internado durante aproximadamente 15 días, luego lo dieron de alta, y a los dos días fue llevado por Marisol a Coatzacoalcos, debido a que la diarrea no cedía.
El niño fue ingresado al nosocomio, y ahí permaneció alrededor de un mes, tiempo durante el cual los médicos lo estabilizaron; le realizaron análisis y diversos estudios, encontrando que lo que estaba ocasionándole la diarrea era una salmonelosis, misma que ya le había hecho perder mucho peso, además del apetito.
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“Estuvo aislado alrededor de tres semanas en un área del onco que se tiene para niños que tengan alguna enfermedad o que lleguen con cuadros inmunodepresivos”, expresó Marisol.
Ante la gravedad de la situación, y debido a que Aarón presentaba un severo cuadro de deshidratación luego de una semana de no alimentarse vía oral, fue necesario colocarle una sonda para que pudiera hacerlo; le suministraron medicamentos, y una semana después ya fue tolerando la comida, además de que la calentura cedió.
El niño perdió mucho peso; salió del hospital pesando nueve kilos, por lo cual le fue ordenada una leche especial para que se recuperara, llamada Prenan, que suele suministrársele a los bebés prematuros.
Luego de superar el trance, Aarón pudo retomar su tratamiento normal contra la leucemia linfoblástica: “él llegó a la semana cien de mantenimiento, ya de la última fase; su enfermedad se maneja en tres fases, que son inducción, consolidación y mantenimiento; el mantenimiento es la que lleva él, que es la última fase del tratamiento de 120 semanas, y él está ahorita prácticamente ya en la semana 102”, señala Marisol.
La semana 100 representa su último internamiento, es decir, su última quimioterapia vía intravenosa; las 20 semanas restantes el tratamiento se le suministrará vía oral, y posteriormente le harán un nuevo aspirado de médula para saber si logró vencer el cáncer, y de ser así, pasará a la fase de vigilancia. “Estamos a nada de que él pueda llegar a esa fase; estamos a 18 semanas para que pueda llegar al fin de su tratamiento”, comenta esperanzada la madre del pequeño guerrero.
Sin embargo, la situación económica es difícil para Marisol, quien se desempeña como asesora inmobiliaria, sector que se ha visto afectado por la pandemia del Covid-19, aunado a algunos problemas de salud, por lo cual busca alternativas para obtener ingresos que le permitan solventar los gastos para el tratamiento y cuidados de su bebé.
“Lo que estamos haciendo ahorita es seguir con las ventas de sus cosas, ya sea las alcancías, maquillaje, la rifa de un minisplit; todavía seguimos pidiendo el apoyo, porque al tratamiento todavía le falta. Ojalá podamos pasar a vigilancia a finales de enero o principios de febrero si Dios quiere”, concluyó Marisol.
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A nombre de Marisol Anguiano Gómez