El secretario de gobierno, Marco Rosendo Medina Filigrana, ventiló la probabilidad de que el Instituto Nacional de Migración (INM) cambie sus oficinas a un espacio más amplio en Villahermosa, lo cual iría de la mano con una mejora en la estación de control del municipio de Tenosique.
Lo anterior, tras aclarar que la apertura de albergues para migrantes en los municipios fronterizos, anunciada por el alcalde de Emiliano Zapata, Carlos Alberto Pascual Pérez Jasso, no es posible debido a la falta de personal del Instituto Nacional de Migración (INM).
“No hay esa posibilidad, no podemos diversificar el número de estaciones migratorias porque nos pulverizaría el poco personal de migración que hay, conforme a la ley los únicos que puede tener el trato con los migrantes son el personal el personal del INM, las otras corporaciones como estatales como federales pueden hacer cercos afuera, pero el trato administrativa y operativamente corresponde al INM, por lo tanto no hay esa posibilidad”, apuntó.
Consideró que el edil hizo tal anuncio en un ánimo de colaborar con la federación, sin embargo, expuso que lo que si es viable es la apertura de albergues pero para solicitantes de refugio en el Estado, que tienen condiciones jurídicas a los migrantes como tal.
Estos espacios no son para migrantes ilegales, son para quienes han buscado acceder al estatus de refugiados y por lo tanto tienen una condición jurídica al resto de lis miles que quieren pasar por el país
Lo que también adelantó es la probabilidad de un cambio de sede del INM, a oficinas con mayor espacio y el condicionamiento necesario.
“Es probable que el INM cambie sus sedes, sus oficinas a otro espacio más amplio en Villahermosa y eventualmente pudiera mejorar su espacio en Tenosique, pero no estamos vislumbrando con la federación la apertura de nuevas estaciones migratorias”, acotó.
Finalmente, el encargado de la política interna del Estado destacó una reducción en el flujo de migrantes por Tabasco, del casi 50 por ciento, al referir que antes que se pusiera en marcha el programa en la Frontera Sur transitaban hasta mil 600 diariamente, mientras que ahora entre 700 y 800.