Aguardaba la entrega de enseres domésticos casi desde el amanecer; la fila la conformaban al menos, unos 25 vecinos de la ranchería Monal en su tercera sección; habían pasado más de nueve horas de espera, pero estaban decididos, en espera del beneficio, de lo prometido.
Casi a la una de la tarde apareció como “caídos del cielo”; el esperado convoy de unidades del Ejército Mexicano, llevando los enseres domésticos, hizo finalmente su arribo y con ello, la inmediata coordinación para el beneficio y se inició en forma ordenada.
No hubo inspección de casa en casa para parte de vecinos de la comunidad Monal tercera perteneciente a Gaviotas Sur; sólo se dispuso del descenso de los paquetes de enseres domésticos en un amplio terreno de la zona y el que se procediera a la verificación de folios y de ahí la entrega inmediata.
Comenzó el proceso del cual se encargaba el personal militar; la revisión de folios, de datos, de identidad; los de Bienestar, presentes y a distancia.
En la fila, había control; había orden, pero sucedió el imprevisto. Repentinamente una de las mujeres en la fila comenzó a sentirse mal; fue inmediatamente socorrida por vecinos y al instante por personal militar; era María del Refugio, quien sometida por el hambre, y la preocupación, acabó sufriendo un llamado “golpe de calor” que le llevó al desmayo.
Se comentó que era ella una de las decenas de mujeres que aguardaron pacientemente la llegada de los del ejército y bienestar, para recibir sus enseres domésticos; que ella había llegado casi al amanecer y eso la llevó a sufrir estragos.
Fue inmediatamente atendida y tras ser sentada en una silla, los militares la atendieron; pasado algunos minutos, fue controlada y luego, le dieron la atención para que recibiera su apoyo. Ya luego, se continuó con la entrega de los enseres a todos los vecinos que faltaban, pues se comentó que desde hacía dos días, se había suspendido el trabajo de estas personas.