Caos, confusión, retrasos, accidentes y hasta riesgo en la integridad física de las personas es lo que ha significado hasta ahora la puesta en marcha del Distribuidor vial de avenida Universidad. Esto a pesar de que la obra no ha sido concluida en su totalidad, ya que están pendientes algunas adecuaciones sobre todo relacionadas con las líneas de conducción de electricidad que están a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La obra, incluso desde antes de que se abrieran algunos de sus tramos y retornos, vino a generar una serie de problemas, no sólo para los automovilistas, sino también para los peatones. Esto debido a que si bien con esta obra se buscó eliminar los problemas de embotellamiento vehicular en algunas zonas del boulevard Adolfo Ruiz Cortines y avenida Universidad, en el caso de las paradas del transporte urbano en algunos casos se han dejado de levantar pasaje.
De este modo las unidades del transporte público ya no llegan a las paradas ubicadas entre la avenida Universidad y el parque Museo de la Venta. Como ejemplo, la parada que se ubicaba a la salida de la colonia Magisterial y la que se localiza después de la entrada al fraccionamiento Prados de Villahermosa no son tomadas en cuenta por los conductores de combis y autobuses.
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Las unidades utilizan mayormente los carriles de alta velocidad para salir antes de la pirámide de Pemex, lo cual deja sin transporte a decenas de personas. Aunque en este momento las clases en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) no han iniciado normalmente, algunos estudiantes que han acudido a reuniones o cursos en la zona de la cultura han resentido esta situación.
Unos de los afectados son los estudiantes de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), ya que muchos prefieren irse a pie hasta Ruiz Cortines por la molestia que les representa tomar un transporte público, ya que se generan problemas de embotellamiento. Tal es el caso de David “N”, quien señaló que en lo que lleva operando el distribuidor vial ha traído más problemas.
“No hay paradas aquí, ahora tenemos que ir hasta del otro lado para tomar combi”, comentó en referencia a Ruiz Cortines. Por su parte, la señora Maribel, coincidió en la mala planeación vial que significó la obra. “No hay parada, no hay paso peatonal, no hay semáforo”, expresó. Indicó que como ejemplo los padres de familia de la escuela Maestros Tabasqueños que se localiza en la colonia Magisterial están teniendo severos problemas para llevar a sus hijos y recogerlos a la hora de la salida.
“Los padres de familia están inconformes porque no hay manera de que entren, tienen que ir a tomar combi hasta la central”, expresó. Indicó que los padres de familia tienen que ver como cruzan tanto la avenida Universidad como Ruiz Cortines arriesgándose a ser atropellados. “Tienen que ver cómo cruzan a través de este tráfico horrible para irse hasta la central a agarrar combi”, destacó.
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Esto también afecta a los conductores de transporte público, ya sea combis o taxistas, quienes gastan más tiempo y gasolina para salir de ese atolladero que representa avenida Universidad. “Hay atraso ahí, el atraso sigue, no hay vialidad”, opinó Leonel Pérez Sarracino de la ruta Saloya segunda.
Con él coincidió Matías, operador de la ruta de Macultepec. “La vuelta que va hacia Ruiz Cortines es el problema, si se hubiera quedado otro puente que llevará a los que vienen de Universidad hacia Ruiz Cortines estaría perfecto, porque se hace un pico de botella”, aseveró. La obra también ha sido objeto de críticas por parte de especialistas e incluso actores políticos, que la consideran como infuncional.
Como ejemplo, el dirigente estatal del PRD, Francisco Javier Cabrera Sandoval, consideró que el distribuidor vial de Universidad parece “un homenaje al horror del urbanismo” y no un proyecto pensado para aliviar el tráfico en la ciudad. Mencionó que es risible ver las fotos que circulan en redes sociales donde se ve vacío el carril que va a Tierra Colorada e Indeco, y en el otro lado las largas filas de automóviles tratando de llegar hacia Ruiz Cortines.
En su momento, la asociación Quiero mi Carril alzó la voz para señalar que en la obra del distribuidor vial de avenida Universidad se olvidaron de los peatones y ciclistas. Sin embargo, nunca fueron tomados en cuenta como señaló Yessi Frías, presidente de esta organización.
Por su parte, el senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Juan Manuel Fócil Pérez, opinó que el gobierno del Estado debe arreglar las irregularidades y deficiencias que tiene el distribuidor vial de avenida Universidad, para no tirar a la basura los más de 500 millones de pesos que costó.
Mencionó que con las lluvias que se han registrado en los últimos días se han dejado ver las carencias que tiene el distribuidor vial de Universidad; pues además de que no se solucionó el problema de agilizar la circulación, la obra tiene muchas fallas. Finalmente, la diputada local del PRI Soraya Pérez Munguía, estimó que el Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE) debería revisar la obra del Distribuidor Vial de Universidad para saber por qué tiene tantas fallas estructurales.
“Es un monumento a la opacidad y la corrupción”, comentó tras señalar que la obra no ha servido para lo que fue creada y, en cambio, generó más problemas viales. Explicó que el OSFE declinó su fiscalización a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aparentemente para no duplicar la tarea cuando también tendría que analizar en qué se gastó el presupuesto.
Sin embargo, aseveró que por tratarse de un proyecto estrella de la administración estatal y de gran costo, por lo que el OSFE no debe pasar por alto su relevancia. De este modo, la obra que aún no ha sido inaugurada se sigue enfrentando tanto a la lluvia de críticas como a las lluvias naturales que este fin de semana evidenciaron problemas en su estructura al convertirse algunas zonas en auténticas albercas en el momento en el que se presentan fuertes aguaceros.