Por segunda ocasión en menos de una semana, habitantes de comunidades cercanas a la Refinería de Dos Bocas se llevaron una desagradable sorpresa.
Este miércoles 31 de julio de 2024, las aguas del Río Seco en la villa Puerto Ceiba, amanecieron de un color café, que en ocasiones se torna rojizo en algunas zonas.
Dicho fenómeno, que alarmó a propios y extraños, se sumó a la mortandad de peces registrada una semana antes en la Isla Andrés García, situada a 6 kilómetros de la Refinería.
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Aunque hasta el momento se desconocen las causas de este fenómeno, lugareños opinan que podría deberse en cierto modo a esta obra que visitará el sábado 3 de agosto el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Desde que se echó a andar la refinería el color empezó a cambiar, pero nunca se había visto de este color”, comentó Gabriel “N”, encargado de un restaurante turístico situado en la zona.
Indicó que esta situación les ha afectado mucho, y se debe a que el agua ya no tiene salida debido al taponamiento que se hizo para la construcción de la Refinería.
“A medio kilómetro de aquí está la refinería, y el agua no tiene salida; aquí llevo laborando 10 años y es la primera vez que veo esto”, mencionó
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Indicó que en la zona hay unos 10 establecimientos de este giro, a quienes las ventas les ha disminuido un 30 por ciento.
“La verdad está muy feo, porque en la mañana huele feo el agua, ya no tiene su color normal que tenía antes”, expresó.
Por su parte, Elías de la Cruz, operador de un catamarán turístico, opina que esto es un efecto de la refinería.
"La industria que pongas aquí va a causar esto, ya ves que en otras lados hay conflictos, es el daño ambiental que tiene que haber, y se dan daños a terceros; pero lo que hay que ver es quién va a responder a la situación que vive la población, los pescadores y la comunidad, porque aquí está afectando la pesca directamente, la cuestión ostrícola; está afectando las lagunas, a donde vamos a agarrar”, mencionó.
Como integrante de la Federación Turística Bucaneros, en 15 años no había visto algo similar: “Toda la gente está extrañada; según lo que decimos siempre es contaminación, ¿pero qué cosa lo contaminó?, aunque siempre aquí ha habido afectaciones; cuando hay alguna actividad de los mechones, cae lluvia ácida o petróleo crudo y eso ha afectado, al menos teníamos granjas ostrícolas donde se recolectaban larvas de ostión, pero tiene tiempo que no existe”, aseguró.
En cuanto al color de las aguas, dijo que desde hace semanas empezaron a ver algunos cambios, aunque ahora está más intenso y se ha tornado achocolatado.
Señaló que en la Cooperativa de Pescadores a la que también pertenece, han llegado especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) a tomar pruebas, pero hasta ahora no han sabido de ningún resultado.
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Habitantes como la señora Isabel Arias son los que más lamentan esta situación.
“Estoy muy triste por lo que está pasando, la economía, nuestros peces, lo que comemos ya no lo vamos a comer a gusto; la belleza de Paraíso y ahorita que me di cuenta estoy asombrada, nuestras nuevas generaciones ya no van a ver un rio bonito”, expresó.
Sin embargo, admitió que se desconocen las causas a ciencia cierta de este fenómeno.
“Yo digo que parte de esto es la refinería, a como nos dio trabajo también está trayendo problemas, y al menos la gente que trabajaba sacaba los recursos, ¿cómo le va a hacer ahora?; además, el aire que respiramos ya no es el mismo, cambió; huele bien feo; nosotros decimos: ¡Dios mío!, para nosotros es algo grave, lamentable”, destacó.
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En tanto que la joven María Guadalupe Alejandro, coincide en que esta situación afecta no sólo a Puerto Ceiba, sino a todo Paraíso. “Es lamentable porque nuestros hijos no van a poder conocer Paraíso, todos vienen aquí porque era un lugar atractivo donde había mariscos y grandes negocios que invertían para tener ingresos, ya no los tendrán y es muy impresionante ver eso, ya no se va a poder cambiar, ya no hay remedio”, puntualizó.
Como ellos, decenas de personas de Villa Puerto Ceiba, El Bellote, Andrés García y otras comunidades cercanas, e inclusive obreros de la Refinería, se acercan al corredor para ver el oscuro color de las aguas del Río Seco, mientras al fondo es visible el mechón de la obra cumbre del gobierno de la Cuarta Transformación.
