La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.
Una persona de la cual omitimos su nombre a petición de ella, cuenta que sabe cuándo un espíritu ha entrado o quiere entrar a su casa, comprobando en más de una ocasión que alguien de más allá se encuentra cerca de ella.
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Contrario a lo que pudiera suponer, la mayoría no siente miedo, terror o temor alguno, pues dice que las almas no le pueden hacer daño a los vivos; al contrario, son los de carne y hueso los que hacen el mal, y cuando mueren simplemente son juzgados por un poder superior, siendo pesadas en una balanza sus acciones.
La forma en que se entera si algún difunto quiere entrar o ya está dentro de su casa es a través de una vela; como es de esperarse, tiene que estar encendida. Este ejercicio (por llamarlo de alguna manera) se puede hacer a cualquier hora, no tiene que ser a la medianoche, ya que cuando el reloj marca las cero horas, es para invocar al maligno o realizar brujería.
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Cuenta que lo de la vela se lo enseñó un pariente, el cual afirmaba haber traído un don, una muela de más, y si se la quitaban podía morir. Este hombre le reveló que debía encender primero el objeto referido. Enseguida, decir una frase: “Para entrar, tendrás que apagar la vela”. Si un espíritu quisiere meterse a la vivienda la llama enseguida se extinguiría, pero si se caía la vela, es que ya había entrado, y quién sabe desde cuándo.
Esto debe hacerse frente a la puerta del hogar, ya que si se hace en otra parte no dará resultado. La persona indica que, si pudiéramos ver a los espíritus, los veríamos cerca de puertas y ventanas, esperando que alguien los invite a pasar.
A veces solo quieren llegar como una visita, pero en otras ocasiones es para advertirnos de algún peligro o que alguien va a morir, porque lo que pocos saben, es que después de fallecer, al dejar el cuerpo que habitamos por años indeterminados, las almas adquieren la capacidad de ver el futuro.
Hay que tener cuidado en lo que decimos, en ocasiones las personas escuchan un ruido cuando están solas en sus viviendas y en tono de broma mencionan ‘pásele’; esta simple palabra es un permiso para que entre algo, pero no sabemos si ‘eso’ es un espíritu o un demonio, quienes también deambulan por las calles. Sin embargo a diferencia de los primeros que sólo están a las entradas de las casas, estos andan en lugares donde haya gente para provocar situaciones que rompan con la tranquilidad y que terminen provocando daño.
Como los espíritus ya no pertenecen a la carne, no tienen forma humana, aunque para las personas que pueden verlos, se presentan jóvenes o viejos, según ellos lo consideren. Ya que son más parecidos a una niebla. Además, se comunican por medio de los sueños, es en ese lapso que pueden hablar con los vivos, normalmente, cuando dicen algo, es para advertir de algún peligro o desgracia, o hacernos saber que algo estamos haciendo mal.