Suplican que no les trague la tierra

A dos años de haberse desplomado cerca de 11 viviendas viven al borde del colapso.

Raquel May Olán

  · sábado 18 de mayo de 2019

La zona permanece en ruinas. /Carlos Pérez

En peligro latente es a cómo viven más de 40 familias de la colonia ‘Providencia’ a las orillas de la laguna de la Majagua, luego de que a dos años de que se desplomarán al menos 11 viviendas, debido a la erosión del caudal Pichucalco, continúen residiendo en ese espacio.

Y es que aseguraron que aunque las autoridades los reubicaron en el Fraccionamiento Bicentenario, 10 kilómetros adelante de donde se encuentra ‘La Providencia’ en la carretera Villahermosa-Teapa, muchos desecharon esa oportunidad al señalar que esa vivienda no cumple las necesidades necesarias para su estilo de vida.

Ante ello, se dijeron confiados que están cuidados por “la mano de Dios” ya que sus viviendas están a la orilla del rio Pichucalco, el cual en el 2017 se comió a más de una decena de viviendas, que hoy en día lucen enmotadas y casi en el fondo de este caudal.

Con grava y escombro pobladores han reconstruído el camino vecinal.

De las 70 familias que residían en la providencia en el 2017, tan solo 30 aceptaron la reubicación que les ofrecieron las autoridades en su momento, hacia unas construcciones en el fraccionamiento Bicentenario, mientras que el resto, 40, siguen pidiéndole a Dios todos los días para que el rio no se coma sus casas.

“Vivimos con la encomienda de Dios, él nos cuida, y él nos cuidará, no tenemos de otra, él es nuestra salvación, pero confiamos en que nos cuida y no nos pasará nada”, apuntó la señora Eva García Méndez.

Luego del siniestro, además de las 11 casas el rio se comió el camino vecinal, que ha sido reconstruido por los colonos con grava y escombro, aunque estos últimos meses la sequía ha propiciado que se desmorone, y ante ello, están ideando la construcción de un puente con tubos de fierro, pues a la fecha hay que hacer malabares para pasar.

“No se puede ni caminar por ahí, pero ahí vemos como nos las ingeniamos, a veces a las personas de la tercera edad tenemos que ayudarlas a que pasen, porque no se puede”, indicó don Pedro Gerónimo Méndez.

Diariamente transitan por la zona derrumbada.

A lo que continuó: Nos reubicaron pero muchos no nos quisimos ir a las casas que estaban dando, en bicentenario, no sirven, y no aceptamos, además fue una casa por familia y aquí había tres familias en una casa, y están chiquitas, no íbamos a hacer nada.

Será con recursos propios que estos colonos construyan el puente, y aunque por el momento van a pasar “cómodamente”, el peligro de que el rio se coma sus casa está latente a cada instante, principalmente en esta temporada de sequía.