Cárdenas, Tabasco-.-Aunque fue “vendida” como uno de los más grandes proyectos educativos de la 4T, la Universidad para el Bienestar “Benito Juárez García”, ubicada en el poblado C-16 del municipio de Cárdenas deja mucho que desear por las malas condiciones en que viene operando desde su creación, pues ni siquiera tiene una sede oficial.
Los cien alumnos matriculados en Ingeniería Química en Desarrollo de la Industria Petrolera –única carrerea que se imparte- reciben cátedras en tres espacios improvisados como salones de clases, uno en la avejentada casa ejidal, otro en la biblioteca rural y el tercero en lo que fuera un taller de costura del DIF de la comunidad.
Ubicada a unos quince kilómetros de la cabecera municipal, la “institución” carece de mobiliario y equipos, por lo que los estudiantes en lugar de pupitres o mesabancos utilizan sillas y mesas de plástico, que incluso deben traer de sus casas para poder tomar parte en las asignaturas.
De acuerdo con los propios estudiantes y docentes de primero y segundo semestre, se emplean pizarrones viejos, montados regularmente sobre cubetas y asientos, además de muchas otras carencias tanto para poder tener un aprendizaje de calidad como para poder desarrollarse como futuros profesionistas preparados en una escuela de educación superior.
Señalan que tampoco cuentan con una biblioteca en la que puedan consultar textos especializados y afines a la carrera que están estudiando, tienen que ingeniárselas para hacer sus tareas buscando en internet o “a como Dios les dé a entender” e impulsados por la idea que tienen de que una vez concluidos sus estudios pasarán a formar parte de las contrataciones por el boom petrolero en Tabasco.
Y es que la “universidad” producto de la revolución que en materia educativa presume el presidente Andrés Manuel López Obrador en su tierra natal no cuenta con los recursos disponibles para hacer frente al menos a las necesidades básicas académicas y mucho menos de administración puesto que ni siquiera hay una dirección o rectoría a cargo de manejar el plantel.
La coordinación de la carrera y de la propia escuela fue conferida a José Manuel Monzón Martínez, quien junto con otros cuatro maestros trata de sostener este proyecto, no obstante –señala- que deben sortear tantas limitaciones al igual que la Universidad para el Bienestar del municipio de Comalcalco, el segundo plantel de este tipo en el estado.
Pero a decir del catedrático, los alumnos no tienen ninguna excusa para no estudiar porque para eso reciben 2 mil 400 pesos otorgados bimestralmente por la Secretaría de Bienestar, sólo tienen que “echarle ganas” a los estudios para cursar la carrera.
Esto, pese a que en el sitio oficial de las universidades del Bienestar del país, se establece que "contarán con la totalidad de los materiales de estudio que requieran, así como con horarios de uso de computadoras y facilidades para la realización de prácticas comunitarias y profesionales en campo. No se hará examen de admisión, sino valoración diagnóstica de los aspirantes".
No obstante, es más que evidente el panorama al que se enfrenta el alumnado porque ni siquiera cuentan con instalaciones propias, adecuadas y aptas para tomar sus clases, y que por supuesto, no pueden encontrar en los modestos y deteriorados espacios habilitados para el proceso enseñanza-aprendizaje.
Está por demás mencionarlo, lo que se ve no se juzga, las carencias que tenemos están ahí, pueden verse a simple vista, pero estamos trabajando para tratar de revertir esta situación.
“En breve arrancará la construcción de nuestra universidad kilómetro y medio de esta casa ejidal”, atajó Monzón Martínez al ser cuestionado sobre el tiempo que lleva operando esta escuela de educación superior en instalaciones prestadas y por qué no hay avances en la construcción de un edificio propio.
Aunque no dio una fecha exacta ni el monto a invertir y qué institución aportará los recursos, el catedrático mencionó que la propia comunidad donó un terreno de aproximadamente 15 hectáreas para edificar el inmueble que albergará la nueva sede. Lo cierto es que siguen tomando clases en un sitio que no cumple las expectativas, mientras en el dichoso predio ni siquiera se observan trabajos previos de ingeniería.
Para los alumnos es natural que una nueva institución educativa pase por este tipo de problemas, pero ya es tiempo de que se concrete el proyecto de construcción porque no podrán soportar un año más en la misma situación carentes de todo, incluso hasta de un buen servicio sanitario y una cafetería donde comer antes o después de clases.
Eva Montejo del primer semestre grupo B, refirió que si bien no se tiene quejas sobre los docentes, el problema aquí es que “estamos en un lugar prestado y tenemos que traer el mobiliario de nuestras casas, no es lo mismo recibir clases en verdaderas aulas que en esta casa ejidal”.
Necesitamos –añadió- contar con nuestras instalaciones para que las clases sean más didácticas y los jóvenes podamos aprender, pero aprender en un contexto real de educación al nivel de una universidad.
En ello coincidió Lucio Domínguez estudiante de primer semestre, quien consideró que la infraestructura es necesaria, amén del nivel y calidad de la educación que imparten los maestros encargados de las diversas materias.
“Ciertamente hacen falta aulas para que se identifique como una escuela y se puedan llevar a cabo actividades escolares, en este caso es necesario para nuestra comodidad porque un estudiante en su ambiente es más proactivo que en un lugar que no es de él, por decirlo d algún modo”, expresó.
En condiciones similares opera la Escuela de Educación Superior de Comalcalco (EESC) en el municipio del mismo nombre, aunque esta tiene la ventaja de ubicarse en la cabecera municipal.
Al igual que el plantel de Cárdenas, también tiene la promesa de un terreno donde más adelante se edificará el nuevo inmueble. Hay fotografías de ambos predios forman parte del contenido de las redes sociales de ambas escuelas, con el fin de animar a nuevos estudiantes a inscribirse y convencerlos de la seriedad del proyecto.
Andrés Manuel López Obrador prometió abrir 100 universidades en el país con más de 30 mil espacios para los estudiantes, pero a la fecha la mayoría de estas ni siquiera han logrado el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) que otorga la SEP.
Las carreras relacionadas con la actividad petrolera están muy saturadas en la zona de la Chontalpa, basta mencionar que universidades como la Universidad Popular de la Chontalpa (UPCH) ofrecen Ingeniería en Química del Petróleo, así como también otras instituciones públicas y privadas del estado que tienen desde hace mucho tiempo licenciaturas en ingeniería petrolera.
DATOS DE IMPORTANCIA
- Hay cien alumnos matriculados en la Ingeniería Química en Desarrollo de la Industria Petrolera, que es la única carrera que se imparte.
- La comunidad donó un terreno de aproximadamente 15 hectáreas para edificar el inmueble.
- La mayoría de las Universidades para el Bienestar no han logrado el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios que otorga la SEP.