Del año 2018 al 2023, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha logrado canjear 50 armas de fuego en Tabasco. El número de intercambios ha ido de más a menos, pasando de 26 armas intercambiadas en el año 2018, a 24 en los cinco años de la actual administración federal, en la que se incluyen dos años en las que no se realizó ningún cambio.
De acuerdo a los datos de la Sedena. entregados a El Heraldo de Tabasco vía transparencia, en los últimos seis años la dependencia militar ha logrado cambiar 34 armas cortas y 16 armas largas en los módulos instalados en los diferentes municipios del estado. En total 50 armas de fuego recibidas de manos de ciudadanos interesados en llevarse un electrodoméstico a cambio del arma entregada.
Sin embargo, los datos de la dependencia militar hablan de una caída en el número de armas canjeadas. Después de que en el 2018 se intercambiaron 26 armas por electrodomésticos, el número de canjes llegó a 9 en el 2019, el primer año de la administración Morenista, la misma que llegó con la promesa del desarme e incorporación de los civiles armados a un trabajo formal.
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Para el 2020, con el inicio de la pandemia del Covid-19, las armas recibidas por la Sedena fueron dos, mientras que en el año 2021 no se realizó ningún canje a pesar de las ofertas realizadas por el organismo militar.
El reporte entregado a esta casa editorial muestra que después de la reducción en los años 2020 y 2021, para el año 2022 las armas que se intercambiaron con el ejército llegaron a 15, y hasta el 31 de agosto del año 2023, la Sedena no ha logrado que persona alguna se acerque a los módulos instalados en la entidad para intercambiar un arma por algún beneficio.
Así mismo, a nivel de municipios el mayor número de armas se han recogido en Centro con nueve armas cortas y una larga, y en Cárdenas con seis cortas y cuatro largas, en total, diez armas de fuego en cada municipio.
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El programa implementado por el ejército mexicano, busca promover que las personas puedan canjear armas u objetos explosivos por electrodomésticos y en algunos casos por dinero en efectivo, bajo confidencialidad y sin mediar investigación de la procedencia del arma entregada que tendrá como destino final su destrucción.