Negocios de comida, ropa y artículos diversos, asentados en la Zona Luz se resisten a cerrar sus puertas pese a que crece en la entidad el número de contagios de COVID-19.
Poco les ha importado a los propietarios de esos establecimientos, las restricciones y recomendaciones hechas por las autoridades para evitar conglomerados de personas para prevenir contagiarse.
Por lo que muchas personas que también han hecho caso omiso de resguardarse en sus domicilios y que se pasean por el primer cuadro de Villahermosa, se dar su tiempo para desayunar o visitar las tiendas de ropa.
Algunos conocidos restaurantes del lugar han colgado lonas en las que avisan a la gente que aún siguen dando servicio o bien dan opciones de compra y servicio a domicilio.
Incluso, hasta los empleados se acercan a las personas a ofrecerles el menú del día, con tal de atraer clientela y que haya entrada de dinero a las cajas registradoras.
Precisamente la primera excusa que ponen las administraciones de los negocios es que hay que sacar para el pago semanal o quincenal de los trabajadores, y por eso no se pueden dar el lujo de bajar las cortinas de manera temporal.