Conforme se acercan las fechas cúspides de las celebraciones decembrinas, los alrededores del nuevo mercado 'José María Pino Suárez' se comienzan a tupir de vendedores ambulantes de pirotecnia y explosivos, pese a que la venta y distribución del referido material es ilegal en esta zona de Villahermosa.
Y es que una vez iniciado el último mes del año, la bomba se ha activado en el Primer Cuadro de la Ciudad con la exhibición y comercialización desmedida de productos elaborados con pólvora, sin las medidas requeridas por las autoridades que regulan este tema, en este caso, la Secretaría de la Defensa Nacional(Sedena) y el Instituto de Protección Civil del Estado de Tabasco(IPCET).
Tras un recorrido de este medio de comunicación, se pudo constar que la mayor presencia de estos ambulantes se encuentra sobre la calle Bastar Zozaya y Pino Suárez, donde a la fecha hay cerca de 50 puestos de los comúnmente conocidos como tronadores.
En el lugar, los ambulantes instalan grandes mesas repletas de todo tipo de productos explosivos y de pirotecnia, a las orillas de las calles y sobre las aceras donde transitan cientos de personas; lo anterior, sin contar con las medidas de seguridad necesarias, tales como extinguidores, arena, palas, ni siquiera la distancia pertinente entre una mesa y otra.
Cabe mencionar que dentro de este cumulo de ambulantes, hay asentados puestos de comida que trabajan con tanques de gas, convirtiendo a la zona en un polvorín que puede arder en cualquier momento.
En tanto, hay comerciantes que camuflajean la pirotecnia entre las frutas y verduras que también comercializan, propiciando una insalubridad para quienes consumen los productos comestibles.
Como se recordará, en repetidas ocasiones las autoridades de la Sedena han indicado que las anuencias para la venta de pirotecnia y explosivos únicamente se otorgan a los tianguis especializados que se encuentran localizados al exterior de la ciudad, tales como el situado en la carretera Villahermosa-Nacajuca.
No obstante, la venta y comercialización de esta mercancía en las zonas aledañas al nuevo inmueble del Pino Suárez es incontrolable y sin las mínimas medidas de discreción.