Al menos una veintena de personas en la ciudad de Villahermosa circulan en los vehículos eléctricos denominados Scooters, a pesar de que no está regulado por ninguna autoridad. En los últimos meses ha proliferado la compra de estos vehículos eléctricos, que pueden ser adquiridos en 12 mil pesos en las tiendas departamentales y autoservicios.

Al igual que las motocicletas y las bicicletas se trata de un medio de transporte cuyo uso se ha popularizado en los últimos años a raíz de las medidas de confinamiento durante la pandemia de Covid 19. Estos pequeños vehículos no tienen seguros, ni placas de circulación y cada vez son más las personas que adquieren estas unidades para desplazarse en distancias cortas.

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Esto a pesar de que en la capital del estado no se cuenta con un carril especial para la circulación de este tipo de unidades motorizadas. Pedro “N”, es un joven propietario de una de estas unidades, la cual refiere adquirió recientemente por 12 mil pesos.

Indicó que desconoce que se tenía que solicitar un permiso ante las autoridades, pero por su propia seguridad adquirió un casco Por su parte, Fernando “N”, comentó que fue durante el llamado Buen Fin cuando pudo adquirir este vehículo en poco más de 10 mil pesos.

Señaló que tiene conocimiento que circulan por la ciudad menos de 20 unidades de este tipo y que también desconoce si era necesario solicitar permiso para poder circular. “Pero lo que sabemos es que estos vehículos no están regulados por ninguna autoridad”, señaló.

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Agregó que cada conductor se ve en la necesidad de adquirir sus equipos de protección en caso de algún accidente. En tanto que elementos de la Policía Estatal de Caminos reconocieron que esta modalidad no está regulada, aunque en dado caso correspondería a las instancias de Movilidad expedir algunos permisos.

“Habría que revisar la ley de Tránsito, pero mientras tanto nosotros no estamos deteniendo estas unidades, aunque vemos que quienes la conducen llevan casco”, agregó un agente consultado sobre este tema.

Cabe señalar que debido a la pandemia la ciudadanía empezó a adaptar nuevas formas de vida y convivencia, realizando cambios importantes y uno de ellos ha sido la movilidad urbana, debido a que el transporte público representaba una fuente de contagio de Covid-19.

A esto obedece el aumento de bicicletas, motocicletas y scooters en las calles ya que las personas han buscado maneras individuales para desplazarse y así minimizar los contactos con otras personas.