A pesar de poseer piezas de arte del siglo XIX y contar con una riqueza iconográfica de gran valor, el Panteón Central de Villahermosa se encuentra actualmente abandonado.

Esto en parte por la pandemia de Covid-19, ya que ha permanecido cerrado la mayor parte del tiempo, y actualmente como la entidad permanece en semáforo epidemiológico en color naranja, continuará cerrado al público. Incluso se menciona que el fin de semana podría no abrir sus puertas.

Encima de ello, el recinto, ubicado entre la avenida 27 de Febrero y las calles Margarita Maza de Juárez y 8 horas, en el centro de la ciudad, en los últimos 5 años ha sido saqueado y desmantelado poco a poco.

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Debido a esto, han desaparecido por completo el barandal de hierro forjado, entre otros objetos de valor histórico y cultural.

Las tumbas más antiguas datan de 1790, y aunque la mayoría de las lápidas que van desde 1800 hasta 1920 han ido desapareciendo, todavía se conserva la señorial imagen de las estatuas de mármol, obras de arte moderno.

Como si se tratara de una biblioteca antigua, en el lugar hay mausoleos añejos, cuyas piedras ya casi se desmoronan tras haber resistido el paso de las décadas.

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Muchas de las tumbas en cuyas inscripciones se leen fechas que van de 1790 a 1910 permanecen en total abandono, aunque algunas se han ido rescatando; hay criptas que por haber sido abandonadas han sido tomadas como bodegas por los empleados municipales que las usan ara guardar palas y otros objetos.

Algunas de mármol, otras de granito y las más recientes de azulejo y materiales diversos, todas conforman un entorno singular y sombrío a la vez, mientras las imágenes y esculturas deleitan a la vista teniendo como fondo la majestuosa catedral del Señor de Tabasco.

En lo zona más antigua del cementerio, que son los primeros metros, se pueden observar estructuras con estilo barroco y gótico, en muchas de las cuales se enterraron familias enteras.

En los exteriores, han desaparecido por completo el barandal de hierro forjado, entre otros objetos de valor histórico y cultural, y anteriormente la mayor parte del perímetro eran bardas de concreto, pero actualmente en varios puntos, donde colindan con casas, se tiene una separación con una malla.

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Más de 230 años de historia han pasado por los pasillos de este recinto, donde se encuentran enterrados ilustres tabasqueños, y donde seguramente se habrán sepultado a cientos de personas en diversas epidemias, como la influenza española, en 1918, y donde se seguirán sepultando a muchas víctimas de la actual pandemia.