“Santuario Felino”, un refugio que alimenta, cura y entiende a los gatos especiales

Único en Tabasco, nace de la necesidad de atender a felinos con discapacidad, enfermedades o trastornos de conducta. Su fundador Alberto Pérez, en entrevista nos cuenta la travesía de entender a las especies animales

Carmen Ravelo | El Heraldo de Tabasco

  · sábado 4 de julio de 2020

El refugio busca no solo atender, sino entender a los animales. Fotos: Cortesía Santuario Felino

Los gatos son animales adorables capaces de conquistar con sólo una mirada; cualquier amante de los felinos es capaz de adoptar uno cuando están sanos y son dóciles y amables. Sin embargo, cuando el animalito presenta algún problema, no cualquiera se anima a asumir esa responsabilidad.

Ante esta situación, en el año 2010 nace en Tabasco el Santuario Felino, un recinto sin fines de lucro, especializado en brindar atención a gatos especiales, es decir, a aquellos que tienen algún tipo de discapacidad, enfermedad o problemas de conducta, y que por lo mismo nadie quiere adoptar. Es aquí en donde se les brinda con amor, toda la atención y cuidados requeridos para su bienestar y rehabilitación.

Su fundador, Alberto Pérez, platicó con El Heraldo de Tabasco acerca de su noble labor.

Desde 2010, Alberto Pérez se ha dedicado de lleno al cuidado y entendimiento de varias especies.

HT: ¿Cómo nace el Santuario Felino?

AP: “Nace primero del amor por los gatos y también por el desconocimiento que se tiene sobre ellos. Tabasco es un estado en donde le han colgado muchos mitos a los gatos, desde la mala suerte, poderes mágicos y muchas creencias erradas, de hecho son usados muchas veces en rituales de varios tipos, no sólo satánicos. El Santuario nace para educar y concientizar sobre la cultura de los gatos”.

En "Santuario Felino" hay mucho amor para todos.

El Santuario Felino también nace por la necesidad de tener un lugar en donde se pueda albergar a gatos con condiciones especiales, como aquellos con alguna discapacidad o problemas de conducta por el maltrato recibido: “aquí en Tabasco no hay un lugar como tal; si bien hay muy buenos veterinarios en el estado, no atienden el sector psicológico de los felinos, que en zoología se llama etología, que se refiere a la conducta de los animales. No hay un lugar como tal ni etólogos profesionales que atiendan y rehabiliten a este tipo de gatos con problemas de conducta, de ahí es que también nace el Santuario Felino, para ofrecer un espacio para este tipo de gatos que nadie adopta, e incluso también para ofrecer el conocimiento empírico en materia de etología felina”.

HT: ¿Desde hace cuánto se dedica a esta noble labor?

AP: “Los inicios del Santuario se remontan al año 2010 cuando empezamos primero a rescatar a gatos de la calle y darlos en adopción, esa era nuestra técnica en un principio. Después de unos meses de esa labor, a mi primer gato le diagnosticaron leucemia y nosotros no sabíamos nada al respecto en ese entonces sobre los padecimientos de los gatos; fuimos aprendiendo con el tiempo y gracias a los veterinarios, y de ahí casi al mismo tiempo nos llegó un gato que era ciego que nadie quería adoptar por su condición ocasionada por una golpiza que recibió; y luego nos llegó un gato que era muy agresivo porque había vivido amarrado por dos años, lo que lo volvió muy agresivo y muy antisocial.”

Alberto Pérez señaló que decidió adoptar a ambos gatos que se sumaron al suyo con leucemia, y fue cuando se dio cuenta de que no había un lugar como tal que atendiera gatos en esta condición, por lo que decidió crear el recinto.

“Si no hubiéramos sido nosotros entonces ¿quién?, y por eso fue que empezamos a dejar de lado el rescatar gatos para darlos en adopción porque por fortuna ya había otras personas y asociaciones completas que se dedicaban a eso, y empezamos a enfocarnos en estos gatos que nadie atendía”.

HT: ¿Por qué gatitos especiales?

AP: “Porque de por sí aún hay mucha ignorancia en cuanto a la conducta de los gatos. La gente está más acostumbrada a perros, es una relación casi totalmente natural, pero hay un desconocimiento impresionante con respecto a los gatos, entonces muchas veces la gente espera que un gato se comporte como un perro y no es así. Entonces, esa ignorancia hace que luego no los quieran adoptar o tengan una idea errada, además de las creencias que tienen sobre ellos que van desde la mala suerte hasta usarlos en cultos y rituales.

A raíz de esto, el entrevistado señala que empezó a estudiar y tratar de aprender sobre la conducta de los gatos, sus padecimientos y sus problemas, para de alguna manera entenderlos, comprenderlos y en la medida de lo posible, rehabilitarlos: “más que nada porque tampoco había ningún lugar que atendiera a este tipo de gatos. Un veterinario los atiende y saca de su enfermedad hasta que físicamente esté bien, pero no en el aspecto psicológico, no en el aspecto mental, eso es algo muy diferente muy aparte que no atiende el sector veterinario de Tabasco”.

HT: ¿A cuántos animales brinda atención?

AP: “Actualmente atendemos a 75 gatos con diferentes padecimientos, que van desde la leucemia al virus de inmunodeficiencia felina, cáncer, con extremidades amputadas, hígado graso, síndrome de mala absorción, entre otros, así como gatos con problemas de conducta, gatos ferales (que no están acostumbrados al contacto humano), o que son muy agresivos por el maltrato que recibieron”

HT: ¿Sólo atiende gatos?

AP: “No. Además de los 75 gatos, tenemos 13 perros que están en buenas condiciones, y que adoptamos por azares del destino. También hemos venido trabajando con tlacuaches o zarigüeyas, que son una especie a la que de igual forma, mucha gente tiene en muy mala imagen, cuando en realidad son muy tranquilos, muy pacíficos”.

El Santuario tiene actualmente 5 tlacuaches de dos diferentes especies, uno de ellos sufrió una amputación en una de sus patas: “hemos venido trabajando con ellos también, no son considerados mascotas y no deberían serlo, pero las condiciones en las que fueron encontrados hace que no sea viable liberarlos, por eso están aquí conmigo”.

Lo que inició como un lugar solo para gatos, hoy alberga otras especies.

La especialidad de Alberto Pérez son los gatos, aunque admite no ser etólogo profesional: “Ni siquiera soy veterinario ni zoólogo, pero me he dedicado a aprender por mi cuenta tanto al modo empírico aquí con mis gatos, observándolos, aprendiendo de ellos, y en el aspecto más científico he recurrido a varios veterinarios de Tabasco y México a los que les pregunto cualquier duda, y también leyendo literatura de zoólogos profesionales, etólogos profesionales, para así aprender a tratarlos y rehabilitarlos”.

En el Santuario también se brinda atención a cinco palomas que sufrieron fractura de alas y no pueden volar.

Ni siquiera soy veterinario ni zoólogo, pero me he dedicado a aprender por mi cuenta tanto al modo empírico aquí con mis gatos, observándolos, aprendiendo de ellos

HT: ¿Qué necesidades tiene el Santuario?

AP: “La principal es la alimentación de todos los integrantes; pero van mucho más allá de sólo eso. Se necesitan cubrir los gastos en medicamentos para los animales, los honorarios de los veterinarios que los atienden y supervisan, además del pago de impuestos por las instalaciones, su mantenimiento, el pago de luz, agua y predial, además de las reparaciones y mantenimiento de herrería y mallas de protección que evitan que los animales puedan escapar, así como del sistema de drenaje interno con que cuenta el Santuario, que evita que los desechos vayan a la calle, ya que la coladera que se usa por dentro se conecta directamente al desagüe principal de la colonia. Los procedimientos de limpieza se realizan conforme al reglamento de salubridad del estado”.

También se gasta en productos de limpieza, escoba, trapeadores, limpiadores, cloro, jabón, shampoo especial para bañar los perros, líquido para fumigar contra las garrapatas, insecticida para los mosquitos, entre otras muchas necesidades: “no solamente las croquetas, también se tiene que cubrir el costo del transporte especial para llevar a un animal a un veterinario; son muchos gastos que hay que cubrir”, señaló.

GERALDINE: UNA NUEVA OPORTUNIDAD DE VIDA

Recientemente en la página de Facebook del Santuario Felino, circuló el video del rescate de una gatita que aparentemente fue víctima del ataque de un perro, la cual fue rescatada por Alberto Pérez.

“El rescate de Geraldine se dio porque una amiga mía me mandó las fotos de una gata que se encontraba tirada en la calle, ensangretada, que estaba cerca de mi casa; ella fue a verla a ver si estaba todavía ahí y efectivamente la encontró”.

El rescate se dio casi a la media noche, cuando Alberto fue a rescatarla y la trasladó a su casa en una transportadora; al revisarla se percató que el animal se encontraba en peores condiciones que las que se apreciaba en las fotografías.

“Tenía una herida enorme abierta en la pata trasera que estaba llena de hormigas, llena de tierra, muy sucia; se ve que tenía horas ahí tirada en la calle sin poder moverse, y la herida en su boca era grave; tenía desprendida parte del labio, entonces esa noche sólo me dediqué a limpiar todas sus heridas y tratar de darle un medicamento para el dolor para tratar de disminuir su dolor y tratar de mantenerla cómoda, le ofrecí agua le ofrecí comida pero no quiso porque el dolor era mucho, y aquí la tuve hasta el día siguiente que la llevé al veterinario”.

Geraldine luego de su cirugía.

Geraldine fue intervenida quirúrgicamente. El veterinario limpió más a profundidad sus heridas con productos especializados y se las suturó. Además le reconstruyó el labio.

“Por fortuna salió bien de su cirugía, aunque probablemente va a tener secuelas como que ya no va a poder comer sólidos lo que le resta de vida debido al daño en el labio y en el hueso de la mandíbula, en donde le falta un pedazo de hueso que se desprendió por completo; sí va a poder comer por sí sola conforme se recupere, pero ya no sólidos”, dijo.

Otra de las secuelas podría ser dificultades para caminar y moverse debido a en su cadera que le falta un pedazo de hueso en la pelvis, pero eso se verá conforme se vaya recuperando, indicó el animalista.

Geraldine, recibiendo mimos de sus nuevos compañeros durante su recuperación.

“Actualmente la tengo en mi casa, yo soy el responsable de ella, y le estoy dando todos los cuidados necesarios: le limpio sus heridas; como no puede comer por sí sola, la tengo que alimentar a cada rato con jeringas, dándole agua, suero oral, sus medicamentos, revisando que esté estable, y que no se deshidrate. Le hicieron análisis de sangre, por fortuna salió relativamente estable, por lo que sí tiene muchas, muchas posibilidades de recuperarse, quizás con secuelas pero con una buena calidad de vida dentro de lo que cabe; entonces, lo menos que puedo hacer por ella es darle los cuidados para que se mejore y pueda llevar una vida normal”, concluyó el fundador del Santuario Felino.

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  • Ángel Alberto Pérez Martínez (titular de la cuenta)