"Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma" externó, Francisco Alejandro Pérez Pérez -mejor conocido como "El Güero"-, quien se gana la vida como mecánico hojalatero, sin embargo, ante la falta de trabajo en su taller tomó la decisión de salir a las calles de la capital en busca de "chambitas" que le proporcionen el sustento diario de su familia.
Fue a los 10 años cuando El Güero comenzó a ayudar a su tío en un taller mecánico, y desde entonces descubrió sus habilidades para este oficio, pero a cuatro décadas de esto indicó que cada vez son menos los trabajos que le llegan a su taller en la colonia Miguel Hidalgo y Costilla, por lo que debe salir en busca.
"No llegan trabajos casi ya, pero si no llega el trabajo nosotros salimos a buscarlo, no le hace, lo importante son las ganas de trabajar, porque si hay ganas de trabajar lo demás sale sobrando, consigue uno trabajo porque lo consigue", expuso a este medio de comunicación mientras realizaba la restauración de unos faros en el estacionamiento del mercado provisional "José María Pino Suárez".
Cuando la situación económica aprieta y el trabajo no llega, don Pancho con mochila a cuesta se va a alguna colonia, este domingo tocó Casa Blanca, para ofrecer servicios básicos hasta la puerta de las casas, como la restauración de faros con un líquido especial, así como el cambio de gomas de parabrisas y demás.
"A como le hacen los zapateros, a como le hacen los plomeros, también yo agarro mi mochila y me voy a las calles a ofrecer servicios básicos, aunque así me voy haciendo de clientes y si quieren algo más grandecito pues me ven en mi taller", puntualizó.
Anexó que debe hacerlo pues de otra forma no conseguiría los ingresos necesarios para el sustento de su familia, conformada por su esposa y dos niñas.
“Mis mujeres se merecen lo mejor, mis hijas y mi esposa, y no hay de otra, a trabajar a como sea, menos robar, eso si no", acotó.
Sin importar las condiciones meteorológicas y las inclemencias del tiempo, de lunes a lunes y desde las 7:00 horas, El Güero se coloca una gorra para el sol o una chamarra para las lluvias y el frío, en el caso que toque, y sale con la bendición de Dios a las calles, en espera de encontrar algún trabajito.
"Con la bendición de Dios primero él salimos, esperanzados y sí sale, ahorita estoy trabajando estos faros, ahorita me acaba de decir de otros más adelantitos, sí sale", finalizó.