En Tabasco no hay seguridad social ni seguro de gastos médicos para los sacerdotes y demás ministros católicos, por lo que todos aquellos que se han contagiado de Covid-19 debieron hacer uso de los servicios médicos que ofrecen los hospitales públicos.
A la fecha, la Iglesia Católica en Tabasco reporta el fallecimiento de los presbíteros José Refugio Salcedo Hernández, quien fungía como residente en la Parroquia de Santiago Apóstol en el municipio de Teapa y Adalberto Pérez Córdova, quien era vicario de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Frontera, Centla; Jesús Gilberto Gómez Hidalgo de la Parroquia de Nuestra Señor del Rosario en Emiliano Zapata.
Así como Emigdio Rodríguez de la Cruz, residente de la parroquia de la Medalla Milagrosa en la colonia Guayabal de la Ciudad de Villahermosa, reportado como el primer sacerdote muerto por coronavirus.
Actualmente, el párroco de la Iglesia de San Sebastián Mártir, Rubén Ponce de León se debate entre la vida y la muerte desde hace más de un mes en el Hospital de Alta Especialidad "Dr. Juan Graham Casasús" a causa de la enfermedad.
De acuerdo con el vocero de la Diócesis de Tabasco, Denis Ochoa Vidal, se contabilizan otros 25 curas, 10 seminaristas y aproximadamente 30 religiosas que han dado positivo a coronavirus y si sometidos a tratamiento médico, distanciamiento social y protocolos sanitarios establecidos por la Secretaría de Salud.
"Sabemos que hay casas de religiosas dónde por supuesto han habido casos, si hay un promedio de 200, estamos hablando que al menos 30 contrajeron el virus pero gracias a Dios ahí no han requerido hospitalización, solamente síntomas leves y la situación se resuelva satisfactoriamente", expresó.
Indicó que ante los decesos y contagios registrados hasta el momento, la seguridad se ha reforzado en las casas de los sacerdotes y de las religiosas y los seminarios, con cuidados extremos después de realizar cualquier culto religioso o actividades cotidianas.
El acceso de quienes necesariamente tienen que salir a ver a un enfermo, por ejemplo, es muy restrictivo, meticuloso, a fin de no poner en riesgo la vida de los demás y durante las misas se exhorta a los fieles a la conciencia del cuidado mutuo para poder ir sorteando los efectos del Covid-19.
Apuntó que el impacto de este mal es muy fuerte pero no solamente en el tema de la salud sino también en lo económico, por lo que, a falta de servicios médicos en instituciones o seguro de gastos médicos, los contagiados son atendidos en los nosocomios del estado donde la atención es gratuita.
Incluso, tampoco cuentan con el llamado "diezmo" que reciben otras congregaciones religiosas, más bien viven de las limosnas y si la gente está atravesando por una situación muy precaria por la pandemia y las recientes inundaciones, el apoyo es muy escaso, mínimo.
Ochoa Vidal, enfatizó que ante la limitación de recursos se organiza una rifa grande para juntar fondos precisamente para los casos se enfermedad de los sacerdotes, sin embargo en el 2020 no se pudo realizar y este año está muy lejos esa posibilidad mientras no se normalice la situación en la entidad.
"Por eso cuando enfermamos de Covid-19, recurrimos a los servicios de salud pública, no vamos a clínicas particulares porque la diócesis no tiene recursos para eso, precisamente losa padres que han enfermado y los que murieron de Covid-19 han estado en el hospital Juan Graham", por el momento no tenemos seguridad social", apuntó.
Mucho menos tendrán alguna compensación económica por el tiempo que estén convalecientes, aunque Iglesia es en todo momento la que se hace cargo de los gastos extras y ha corrido con los gastos funerarios en los casos de los cinco fallecimientos.
Destacó que como medida de prevención para evitar el contagio de sacerdotes y feligreses, la evangelización se realiza a través de las redes sociales mediante la transmisión de las celebraciones eucarísticas, pláticas para la administración de los sacramentos, catequesis y actividades.
