Ante la falta de actividad en los hogares tabasqueños debido a la cuarentena por el coronavirus (Covid-19), algunas personas han optado por realizar diversos proyectos para mantenerse ocupados, además de generar la práctica del autoconsumo de alimentos saludables.
Tal es el caso de los llamados huertos familiares, que constituyen un buen proyecto para esta cuarentena, que no está limitado a quienes posean jardines o terrenos en sus propiedades, sino que se puede desarrollar en cualquier sitio.
Algunas personas como el señor Agustín Izquierdo y familiares cercanos, desde hace algunas semanas iniciaron la siembra de semillas en el patio de sus casas, lo cual está por dar resultados.
Estas personas que radican en la comunidad de Emiliano Zapata, del municipio de Centro se dieron a la tarea de acondicionar una pequeña extensión de tierra para plantar hortalizas y algunas otras verduras que podrán utilizar en su alimentación diaria.
Este tipo de actividades, además de mantener a la gente ocupada, representan una oportunidad para cultivar alimentos.
Con el apoyo de sus hijos Tadeo y Rocío, don Agustín, estableció dos huertos que están a punto de dar sus primeros frutos, para lo cual primero protegieron los espacios con mallas y prepararon la tierra en base a técnicas tradicionales, en donde lo primordial es la luz solar y el riego diario.
Cabe señalar que a través de los huertos familiares se puede cosechar una gama de frutales, hortalizas y plantas aromáticas como col, betabel, acelgas, cebolla, zanahoria, rábano, chile, jitomate, tomate verde, calabaza y plátano, entre otros.
Al respecto, el líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Lizandro Osorio Jiménez, indicó que un huerto en casa tiene la finalidad de fomentar la producción de hortalizas para contribuir en una alimentación sana y de calidad, así como un ahorro en la economía de la familia.
“En Tabasco hay mucha tierra, pero no hay la cultura y tampoco hay la capacitación, para ello se necesitan ingenieros agrónomos que capaciten a las familias tabasqueñas”, expresó.
Indicó que en el campo muchas personas sobreviven plantando lo tradicional, pero también a la par de esta pandemia se han presentado varias enfermedades en el campo que no se pueden combatir sin la ayuda del gobierno.
Necesitamos gente preparada y capacitación para que se eduque a la gente, no olvidemos que hay muchos técnicos que andan sin trabajo y deberían regresar al campo dando educación a la gente, porque la tierra es de nosotros, en su mayoría como está baja, para hortaliza es buenísima, aunque no estamos acostumbrados a comer hortalizas, pero como dijéramos, esa es la parte que debemos cambiar
Mencionó que algunos de los productos que se pueden sembrar también en los patios de las casas son cebolla, cebolla morada, ajo, aunque se debe experimentar en otras cosas además del maíz, frijol, arroz, yuca y camote, que son los cultivos tradicionales.
“La tierra es pródiga, es buena pero necesitamos meternos a eso”, dijo, al tiempo de celebrar este tipo de iniciativas, que además representa una opción para mantenerse ocupados en esta cuarentena que parece no tener fin.
Cabe señalar que además de la tierra, el agua y las semillas, un factor importante para iniciar este proyecto son los fertilizantes naturales que se pueden obtener del compostaje de los desechos orgánicos que salen luego de cocinar, como cascarones de huevo, pedazos de tomate o chile, así como los tallos de cebolla, cilantro o perejil.
En el caso de que no se cuente con terreno, o que se viva en un edificio, la opción es establecer macetas o recipientes con tierra en donde se pueden sembrar las semillas que se venden en los comercios especializados, para lo cual recomienda ponerlas en un germinador y luego trasladarlas a una maceta o cajón.
De este modo, ya sea en el medio urbano o en el rural, esta opción de establecer un huerto en esta cuarentena es algo que debe ser tomado en cuenta no sólo como un pasatiempo, sino como una actividad sustentable que puede ayudar en su alimentación.