A partir de la reforma del papa Francisco, entrada en vigor en diciembre de 2015, se ha buscado agilizar la nulidad de matrimonio mediante un "proceso más breve ante el obispo", indicó el juez del Tribunal Eclesiástico, Kelvin Narváez.
Detalló que en esta modalidad el juez directo de ese proceso es el obispo, quien apoyado por el Vicario Judicial y otros elementos pueda llevar en un período mínimo la sentencia a un caso siempre y cuando se cumpla con las exigencias requeridas.
Por ejemplo, el común acuerdo entre ambas partes y que la nulidad sea manifiesta, es decir que no haya algún impedimento de parte de alguno de los promoventes.
"El Santo Padre busca que los tribunales sean de libre acceso, que haya una agilidad a diferencia de antes de la reforma en que se prolongaban, ahora un procedimiento ordinario se procura tenga una sentencia lo más pronto", anotó.
La idea es que hoy los tribunales tienen en este proceso un instrumento más para dar celeridad a que la gente pueda resolver su problema, sin importar la causa que ha dado pie a buscar la disolución matrimonial.
Por lo que exhortó a las parejas que quieran entablar un procedimiento de esta naturaleza a acudir al Tribunal Eclesiástico localizado en la calle Manuel Doblado número 104 de la colonia Centro de Villahermosa.
Para ello, se cuenta con personal estudiado, formado y calificado para ayudar a la comunidad de la Diócesis.