Recorre las calles en busca de 'tesoros'

Una carreta de madera que fue construida por el mismo, es la herramienta de trabajo que ocupa don Román, quien desde hace 58 años se dedica a la pepena de cartón, plástico, vidrio y demás objetos que son desechados en diferentes colonias.

Raquel May Olán

  · viernes 26 de julio de 2019

Don Román, quien desde hace 58 años se dedica a la pepena. /Javier Chávez

Una carreta de madera que fue construida por el mismo, es la herramienta de trabajo que ocupa don Román, quien desde hace 58 años se dedica a la pepena de cartón, plástico, vidrio y demás objetos que son desechados en diferentes colonias de la capital tabasqueña.

Román Vinagre Balboa, es el nombre de pila de esta tabasqueño, que ve utilidad en objetos que para otros solo son basura, al indicar que siempre hay un manera de emplear lo que parece inservible, solo es cuestión de imaginación.

“A veces la gente tira cosas que cree que no sirven, o al menos a ellos no, pero si le ponemos imaginación siempre hay un uso positivo, y además, tengo que comer”, indicó.

Fue a la edad de 22 años cuando comenzó su actividad de pepenador, de ahí sacó adelante a sus familias, cinco en total, pues indicó que tuvo al menos cinco parejas, 16 hijos y casi el doble de nietos.

Actualmente, don Román vive solo y sale a las calles para obtener su sustento diario, siendo su fuerte la recolección de cartón y plástico.

“Lo que más recolecto es cartón y botellas de plástico, es increíble lo que la gente desecha de ese material, muchísimo, sobre todo en colonias populares”, delineó.

En punto de las 6:00 horas suena su despertador, dando la señal de que debe salir de cama para preparar su café, y a las 8:00 de la mañana salir con su carretera desde la colonia Gil y Sáenz hacia diferentes puntos de la capital, principalmente la zona de Tabasco 2000.

“Desde temprano me levanto, porque al que madruga Dios lo ayuda, además hay que comer, 50 pesos cuesta la media orden de comida, porque la entera 80 pesos, el dinero no vale nada, antes cuando comencé estaba muy bien, ahora poco deja”, abundó.

El kilo de cartón lo vende a 1 peso, por lo que debe recolectar por lo menos 50 al día para poder pagar tan solo su almuerzo.

Aun así, don Román indicó que continuará realizando este oficio el resto que le quede de vida, pues para el más que un trabajo es un estilo de vida que aprendió de su padre, quien también se dedicaba a lo mismo, y de ahí, sacó adelante a su familia.