En lo que va del año, unas 45 cirugías de reconstrucción de tejidos y extremidades ha realizado el equipo multidisciplinario del Hospital Regional de Alta Especialidad del Niño "Dr. Rodolfo Nieto Padrón”. Esto a través del trabajo del subespecialista en cirugía de mano José Aguilar Romero. De este modo, se logra que los pacientes que necesitan este tipo de tratamiento tengan mayor probabilidad de efectuar actividades y tareas cotidianas.
El más reciente caso fue el de una menor de 9 años de edad que fue intervenida la semana pasada, luego de padecer una quemadura grave en una de sus manos. De acuerdo al médico especialista en Traumatología, en este tipo de situaciones se ven muchos niños con secuelas de quemaduras por agua caliente o bien por energía eléctrica.
“Es común que los menores, sobre todo de 4 a 5 años que metan la mano en las clavijas, o bien por curiosidad toque cables, otros tienen quemaduras por fricción, sobre todo por bandas de motocicletas, cuando las dejan abiertas; hemos visto casos seguido, en el caso de esta niña fue por una quemadura eléctrica que les genera una cicatriz retráctil, que les imposibilita la apertura completa de los dedos”, señaló.
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En entrevista, comentó que en el tratamiento primero se hizo un lavado quirúrgico pero todo tejido quemado en las manos compromete la función de los dedos, ya que eso les limita la función.
“En este caso hicimos un colgajo libre vascularizado, que consiste en tomar piel con grasa de la mano afectada, o bien de la otra mano, y tomar una isla de piel para poder cubrir el defecto de la mano y conectar esa piel con grasa, una arteria y una vena de la mano y poderlo trasplantar; de este modo tendrá una adecuada cicatrización y los dedos tendrán la funcionalidad”, aseveró.
Indicó que la cirugía fue un éxito y se estima una recuperación total de la pequeña en unos dos meses. Sin embargo, habrá que mantenerla en observación por 21 días, que es el tiempo que tarda un colgajo vascularizado en integrarse y formar sus propios vasos sanguíneos; “antes del día 21 corre el riesgo de que se pueda perder”, dijo.
De este modo, al tercer mes la paciente empezará ya con la terapia de la apertura de las manos. Este tipo de operaciones son frecuentes para el médico, oriundo de Pichucalco y egresado de la Universidad Autónoma de Chiapas, pero con especialidad Cirugía de mano y microcirugía en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y estudios especializados en traumatología en el hospital Rovirosa.
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“Las lesiones por quemaduras en manos en niños representa el 15 por ciento del total de las cirugías que yo realizo, por lo que son bastante frecuentes; el mes con más casos son noviembre y diciembre, por las fiestas, los cohetes y todo eso, son los meses donde más quemaduras vemos”, comentó.
Manifestó que el mayor número de lesiones que atiende en el Hospital del Niño son deformidades congénitas; “niños que nacen con dedos y manos deformadas, el segundo son menos traumáticas de niños que se fracturan las manos, ya sea por molinos eléctricos, accidentes, machetes”, señaló.
Después, siguen las deformidades neuromusculares congénitas, y en menos porcentaje las cirugías de reconstrucción de extremidades, ya sea manos o pies Precisó que de enero a marzo ha practicado 45 cirugías, ya que realiza de 3 a 4 por semana. Si estas cirugías se realizarán en el sector privado tendrían un costo de al menos 350 mil pesos, aunque las familias que llegan por este tipo de problemas al hospital del Niño son apoyadas con este servicio especializado.
“El paciente aquí en el Hospital del Niño, no paga nada, los medicamentos quirófano eso los proporciona el hospital, los insumos anestésicos y demás también y el material de microcirugía es mío, pero yo no lo vendo”, comentó.
Para realizar estas cirugías, requiere del apoyo de personal especializado como un anestesiólogo pediatra, cirujano, dos ayudantes, ya sean cirujanos pediatras o residentes de cirugía pediátrica, y el instrumentista; “Es un equipo de 4 ó 5 personas que realizan una labor ardua ya que hasta 7 horas dura la cirugía”.
Finalmente, el especialista hizo un llamado a los padres de familia a estar al pendiente de sus hijos para prevenir este tipo de percances. “Deben evitar tener cableado visible o al alcance de los niños y mucho menos si están en malas condiciones, es preferible elevarlos o pegarlos a la pared por arriba, aunque ya venden protectores, pero no deben olvidar que el niño que empieza a caminar es muy inquieto”, estableció.