En eventos diferentes, la noche de este viernes 15 de abril se llevó a cabo la Procesión de Silencio en la colonia Francisco Villa y el Fraccionamiento Lagunas, como parte de la Semana Santa, horas antes se recordó con escenificaciones la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Lee más: Calma en Villahermosa: Tabasqueños ‘guardaron’ el Viernes Santo
Ambas demarcaciones vivieron esta parte de la Semana Mayor, en la colonia Francisco Villa un grupo de personas acompañó con veladoras o velas en la mano el trayecto simbólico del cuerpo de nazareno, las pequeñas llamas encendidas saliendo de los cuerpos de cera y la oscuridad de algunas zonas, hacía ver más solemne el acto.
Mientras en el Fraccionamiento Lagunas, un tambor del cual salía un sonido seco que acompañaba a los creyentes daba a entender que se estaba recordando una tragedia: la muerte del hijo de Dios. Al golpe del instrumento avanzaba la gente, mientras conductores y lugareños no podían pasar por alto esta expresión de religiosidad.
Orígenes de la tradición y elementos
Este acto que conmemora la muerte de Jesucristo tiene sus orígenes en Sevilla, España, en el siglo XVI. Es una expresión de fe donde los cristianos en actitud penitente y de meditación reflexionan sobre el calvario que había pasado el mesías. Durante la caminata el único sonido que se escucha es el del tambor, las personas caminan sin decir palabra alguna.
En uno de los lugares donde se vive con mucho fervor es en San Luis Potosí, la hora de inicio es a las 20:00 horas, un personaje importante es el pregonero, quien declama al paso de las imágenes, invitando al arrepentimiento.
Otro elemento son las saetas, cantos agudos y compungidos cuyo objetivo es transmitir el dolor que se está viviendo en esos momentos, estos cánticos son escuchados a los largo de la procesión, pues quienes los interpretan están en puntos estratégicos.
Las cofradías, grupos que son los que llevan la parte importante del evento, cargan imágenes que representan una estación del víacrucis o un Misterio Doloroso del Rosario.
Los cofrades, miembros de estas asociaciones, visten batas largas y van encapuchados, el vestuario simboliza el luto y la humildad.