Durante su gestión, el gobernador de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos, ha afirmado que la mayoría de los delitos, con excepción del homicidio doloso, han mostrado una disminución.
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En sus declaraciones recientes, Merino Campos atribuyó el incremento en las ejecuciones a la lucha entre grupos criminales y pidió a la ciudadanía evitar el consumo de sustancias ilegales como una forma de debilitar a estos grupos. Sin embargo, la realidad es más alarmante de lo que las cifras oficiales pueden sugerir.
Datos del Prontuario Estadístico Digital de la Fiscalía General del Estado revelan un panorama preocupante en cuanto a la criminalidad en la región. Aunque algunos delitos han disminuido, como el robo a comercio y la extorsión, otros han aumentado de manera significativa.
El narcomenudeo, por ejemplo, ha experimentado un aumento del 695.2% en los primeros ocho meses de 2024 en comparación con el año anterior. Este incremento subraya una creciente preocupación por el tráfico de drogas a nivel local. Además, los delitos graves como el secuestro, el homicidio doloso y el robo con violencia han mostrado un incremento alarmante.
El secuestro ha subido un 212.5%, pasando de ocho casos a 25; el homicidio doloso ha aumentado un 189.7%, con un salto de 155 a 449 casos; y el robo con violencia ha crecido un 136%, de 308 a 727 incidentes. Estos aumentos reflejan una tendencia preocupante que contrasta con la afirmación del gobernador de que la criminalidad está en descenso.
La situación del narcomenudeo y el incremento en otros delitos graves sugieren que la administración actual enfrenta desafíos significativos en la gestión de la seguridad pública. Mientras Merino Campos continúa su enfoque en los conflictos entre grupos criminales y promueve el consumo responsable de sustancias, los datos indican que la lucha contra la criminalidad en Tabasco requiere una revisión más profunda y posiblemente un enfoque más robusto.
Aunque el gobernador Merino Campos ha señalado una disminución en algunos tipos de delitos, los datos indican que la criminalidad general en Tabasco sigue siendo una preocupación crítica. El aumento en delitos graves y el repunte del narcomenudeo sugieren que, a pesar de las afirmaciones oficiales, la situación de seguridad en el estado sigue siendo tensa y requiere atención inmediata.